Lenguas indígenas de América del Sur

Las lenguas autóctonas de Sudamérica son aquellas cuyo origen se remonta a época precolombina.En los años 1970 se propuso que las lenguas uru-chipaya de Bolivia pudieran estar relacionadas con las lenguas mayas de Mesoamérica, pero si bien esta propuesta tuvo cierta aceptación inicial, Campbell argumentó muy contundentemente contra ella.También aparece una buena cantidad de registros lingüísticos en crónicas e informes oficiales.Sin embargo, aún existen muchas lagunas importantes que afectan al nivel descriptivo y pocas lenguas han sido ampliamente descritas.Aunque algunas de las clasificaciones se basan en criterios geográficos, etnográficos o culturales, estos métodos no son válidos desde el punto de vista lingüístico, por más que en ocasiones haya correlación entre ellos y el genuino parentesco filogenético.Del mismo modo, las lenguas aisladas o familias menos diversificadas tienden a concentrarse en áreas marginales, en tanto el quechua, que es una familia de unas pocas lenguas no muy diversas, ocupa un lugar muy destacado tanto desde el punto de vista histórico como demográfico.Por esa razón muchas familias propuestas como Lenguas macroarahuacanas o las Hipótesis chibchano-paezana son cuestionables porque existe la evidencia en su favor es esporádica, discutible y poco sólida.La primera clasificación bien fundamentada y que usaba datos propiamente lingüísticos es la del antropólogo estadounidense D. G. Brinton (1891), que reconocía 73 familias sobre la base de semejanzas gramaticales y una breve lista de vocabulario.La clasificación del antropólogo francés Paul Rivet (1924) superó en mucho a todas las anteriores, proporcionando una gran cantidad de datos lingüísticos y evidencias hasta entonces inéditas; esta clasificación reconocía 77 familias y se basaba en similitudes léxicas.Entre las familias bien establecidas están: Las lenguas aisladas o no clasificadas incluirían: Las lenguas de Sudamérica son enormemente diversas y no existen características comunes a todas ellas ya que pertenecen a familias lingüísticas diferentes y en conjunto no forman un área lingüística única donde haya habido convergencia a ciertos rasgos comunes.Algunas familias de lenguas usan prefijos y sufijos, pero unos pocos por palabra como sucede en las lenguas caribes, tupíes y macro-yê (curiosamente recientemente se ha propuesto que estas tres familias podrían formar una superfamilia yê-tupí-caribe).No se han encontrado lenguas que usen exclusivamente prefijos para marcar las relaciones gramaticales.Las lenguas aislantes, que prácticamente carecen de afijos, como el selknam y el tehuelche, son bastante escasas en América del Sur.En yuracaré muchas palabras se forman por reduplicación, un procedimiento usado sistemáticamente también en las lenguas tupí.Las lenguas guaicurú (f. mataco-guaicurú) tienen distinción de género gramatical en el nombre, aunque otras lengua poseen morfemas especiales para diferenciar masculino y femenino en las marcas de persona del verbo (arawak, witoto, tucano), aunque las lenguas sin distinción de género gramatical son las más numerosas, al igual que en el resto del mundo.El caso gramatical se indica generalmente mediante sufijos o postposiciones, más frecuentemente que con preposiciones.Los clasificadores nominales que clasifican los nombres según la forma del objeto o la manera como aparecen naturalmente, son frecuentes en las lenguas chibchas, tucanas y waicanas.También es común en algunas lenguas (guaicurú, mataco, cocama) que algunas palabras tengan formas diferentes si quien habla es hombre o mujer.En los pronombres personales es frecuente la distinción de inclusividad en la primera persona del plural.El caribe además indica si una acción se llevó a cabo colectivamente o individualmente.Al igual que sucede con la gramática no hay características comunes a las lenguas de Sudamérica.Las vocales anteriores redondeadas (ö =[ø], ü =[y]) están virtualmente ausentes, aunque sí son comunes las vocales centrales (ï =[ɨ) y posterior no redondeada (ï =[ɯ).
Las principales familias de América del Sur (exceptuando el quechua , aimara y mapudungun ).
Lenguas aisladas (negro), casi-aisladas (gris oscuro) y de clasificación dudosa (gris claro) de América del Sur .