Así una lengua puede ser considerada no clasificada por varias razones entre ellas: En ocasiones una lengua poco documentada se considera clasificada si lo poco existente muestran un fuerte parecido con lenguas vecinas, aunque no se haya usado extensivamente el método comparativo con los datos procedentes de esa lengua.
La escasez de datos sobre una lengua tiene varios orígenes: Dos ejemplos bien conocidos son: Existen un número importante de lenguas muy poco documentadas sobre las que existen grandes dudas sobre su clasificación.
Así algunos autores presuponen que los mocaná, los pacabuey o los malibú podrían haber hablado lenguas chibchas relacionadas con el chimila, aunque no existe evidencia documental cierta de eso.
Algunas otras lenguas que aparecen mencionadas por otro autores y para las que no existen datos suficientes para su clasificación son: Guárico, Portuguesa) La siguiente lista procede de Campbell (1979):[3][4] y todas ellas son lenguas muertas: Las lenguas no relacionadas con sus vecinas son buenas candidatas a ser lenguas aisladas genuinas una vez se descarte que tampoco existe parentesco con lenguas más distantes.
Ejemplos de lenguas cuasi-aisladas son: Esta categoría comprende lenguas con evidencia controvertida, difícil de interpretar e incluso lenguas del pasado que son difíciles de clasificar en las categorías anteriores.