Los africanos ingresaron durante los primeros años del virreinato, debido a su condición de esclavos buena parte murieron.Durante este periodo también ingresaron algunos españoles del norte, judíos, lusitanos, genoveses, alemanes, griegos y flamencos.[10] Muchos de los sefardíes que llegaron al Perú en la época colonial eran conversos; casi todos ellos fueron asimilados por la población cristiana en general y muchos de sus descendientes están en la sierra norte del Perú y la selva alta cercana a ella, incluyendo la conexión con Ecuador.Sin embargo, lejos de darse una inmigración europea, los trabajadores que fmalmente ingresaron al Perú fueron los "culíes chinos".[13] Según Bonfiglio, durante los siglos XIX y XX ingresaron alrededor de 100 mil personas provenientes del continente americano,[2] a lo que se suma la migración producida en la última década.[15] La inmigración boliviana junto con la colombiana, y a diferencia de las demás migraciones, mantiene su alto porcentaje en el Perú no solo en zonas urbanas sino también rurales.Antes de esto el Perú estuvo sumergido en problemas políticos y caudillismos que alejaron a la población extranjera del país.Luego en 1823 constitucionalmente se declara naturalizados peruanos a todo aquel extranjero que tuviera como mínimo 5 años viviendo en el Perú.Posteriormente el fugaz presidente Felipe Salaverry decretaría que todo ciudadano del mundo sería peruano si pisa el territorio y se inscribe en el Registro Cívico.Mientras que en Lima y principales centros urbanos del país se hallan en mayor medida los descendientes de todo este segmento en general.[2] Actualmente se estima que 5 800 000 peruanos tienen mayoritariamente sangre española abarcando más del 20% de la población total (no incluida inmigración vasca).Actualmente existen numerosos centros vasco-peruanos en las ciudades donde estos dejaron huella, reiterando una vez más su fraterna identificación con sus costumbres ancestrales.[24] Durante la Segunda Guerra Mundial, y al igual que los japoneses, muchos italianos fueron perseguidos por defender el régimen político de aquella época.Por este concepto, se pagaría a Schutz e Ijurra una prima de treinta pesos por cada colono que trajeran.La comunidad peruana de origen británico se concentra en ciudades importantes como Lima, Arequipa y Trujillo.Sin embargo, lograron ascender en la escala social y se asentaron en las principales ciudades peruanas, destacando en el comercio.Otro segmento importante de población afroperuana se encuentra en la costa norte ubicada mayoritariamente a manera septentrional, entre Lambayeque, Piura y en menor medida Tumbes.En este nuevo continente el primer idioma fue el samaracca o expresión congo angoleña, posteriormente el lenguaje papiamento, combinación de habla negra en Jamaica donde predomina.Fueron hechas por esclavos negros, que en busca de su libertad, habían preferido huir y rebelarse contra el opresor sistema.[1] La configuración de estas dos migraciones fueron totalmente distintas, mientras que los chinos vinieron para trabajar en semiesclavitud, los japoneses tuvieron otro trato.[9] En el caso de los esclavos filipinos estos ingresaron al puerto del Callao previa escala en Acapulco durante el siglo XVII y fueron vendidos en un alto precio debido a su rareza.Los trabajadores chinos firmaban un contrato que los comprometía a trabajar durante ocho años para los hacendados por el pago de un peso semanal, diariamente se les repartía un poco de arroz y carne, anualmente se les repartía una frazada y dos trajes y con su dinero podían comprar tocino, pan o pescado para mejorar su alimentación; también podían comprar opio conseguido por comerciantes, esto último originó un incremento en el ingreso del opio vendido por Inglaterra al Perú que aumentó de 16 787 libras en 1855 a 415 691 en 1879.Otra ola migratoria china se registró a principios del siglo XX, pero esta vez por familias y bajo otras condiciones.Con una historia desde su llegada al Perú a mediados del siglo XIX, la cultura chino-cantonesa que se desarrolló en estas tierras revolucionó la gastronomía de los peruanos, mereciéndose el reconocimiento internacional para quienes hayan tenido oportunidad de degustarla al visitar este país.Autores que defienden estas tesis han sido Fernando de Trazegnies, Betty Meggers, José Antonio Bravo, Wang Quanfu, Wu Ruigen, entre otros.Sin embargo, con el tiempo se trasladaron a otras localidades del interior, dedicándose principalmente al comercio.Los peruanos de ascendencia japonesa, otrora vistos como una comunidad “cerrada”, son por hoy ciudadanos que se desempeñan en todos los campos.[60][61] Aun así, es probable que estos soldados polinesios, al servicio de Chile, también se hubiesen asentado permanentemente, o hayan participado en las violaciones a la población peruana.En tiempos modernos, se han registrado en el Perú (tanto en cementerios como archivos nacionales) algunos apellidos polinesios como: Kepano, Pacarati, Teao, Kerebeli, Beli y Tuki; los cuales son una muestra de que han dejado descendencia en algunas partes de Lima-Callao, Chincha o Pisco.[94] Con este documento uno puede: trabajar, estudiar, emprender negocios, integrar al sistema de salud pública, adquirir una línea postpago, acceder a créditos bancarios y más.