Entre estos pictogramas que designaban a los distintos clanes unos doscientos están ligados a figuras animales, lo que señala la naturaleza totémica de dichos zu, con cada clan identificándose con un tótem animal diferente.[3] El mito fundacional de la dinastía Shang es descrito por Sima Qian en los Anales del Yin.En el texto, una mujer llamada Jiandi, que fue la segunda esposa del emperador Ku, se tragó un huevo que dejó caer un pájaro negro (玄鳥) y posteriormente dio a luz milagrosamente a Xie -que también aparece como Qi (契)-.Fue fundada por Cheng Tang (成汤), líder del clan Shang quien derrotó a Jie (桀), último gobernante de los Xia.Para lograrlo, primero eliminó a los principales aliados de los Xia (estados vasallos), aislando al rey Jie.Además de su posición secular, el rey era la cabeza del culto a los antepasados y los espíritus.Quizás por esa misma razón, cientos de plebeyos, que podrían haber sido esclavos, fueron enterrados vivos con el cadáver principal.Cheng Tang murió doce años después del establecimiento de la dinastía, su segundo hijo, Wai Bing (外丙) tomó el trono.Wu Ding destacó por su capacidad para elegir funcionarios talentosos, así como por la expansión y profesionalización del ejército.Gracias al cual pudo conquistar a las naciones aledañas, expandiendo el territorio y la población de la dinastía Shang.Sin embargo, numerosos e interesantes descubrimientos arqueológicos realizados a lo largo del siglo XX confirmaron la existencia de esta dinastía y por tanto la fiabilidad de los textos del periodo Zhou.Estos textos escritos en los huesos oraculares son la forma más antigua que se ha conservado de la escritura china y han desempeñado un papel fundamental en las investigaciones recientes sobre el origen y desarrollo de los caracteres chinos.Sima Qian dice en sus Memorias históricas que la dinastía Shang trasladó su capital seis veces.Las leyendas dicen que su ejército lo traicionó uniéndose a los rebeldes Zhou en la batalla de Muye (牧野).[6] Tanto las leyendas coreanas como las chinas manifiestan que un desencantado príncipe Yin llamado Jizi (箕子, Jīzi), que rechazó ceder el poder a los zhou, dejó China con su guarnición y fundó el estado de Gojoseon cerca de la actual Pionyang, el primer estado coreano.Aunque Jizi es mencionado solo unas pocas veces en las Memorias históricas, se piensa que la historia de su marcha a Choseon no es sino un mito.