Inmigración árabe en el Perú

Por ejemplo, hasta ahora se pueden observar en la ciudad de Lima (e iniciadas en la Lima colonial) construcciones con diseños mudéjares, tales como las casonas de dos plantas, organizadas como habitaciones en cuadrángulo y abiertas hacia un patio interior cuadrado al que se llega a través de un zaguán acoderado, denotando claramente su origen andaluz.

En cuanto a comida, podemos aún deleitarnos con mazapanes, turrones, alfeñiques y mazamorras (derivado de masa mora), entre otros.

La tercera y última fase de esta emigración comenzaría tras acabar la Segunda Guerra Mundial.

En su libro, Leyla Bartet estima que hay 12 mil peruanos de origen árabe.

[6]​ Algunas familias de origen árabe residentes en el Perú apellidan: Abdala, Abdou, Absidal, Ahumada, Arauz, Abugatas, Abusada, Adaui, Aguad, Atala, Awapara, Badani, Barbachan, Chaud, Chehade, Dahud, Eissa, Farach, Farah, Figueroa, Guadamur, Heresi, Jarufe, Jasahui, Kassis, Kahatt, Khoury, Makhlouf o Majluf, Manzur, Matuk, Montufar, Mubarak, Mubarek, Musiris, Nazal, Nossar, Ode, Odar, Saba, Salomon, Samame, Smar, Suasnabar, Tabja, Urday, Yapur, Zalaquett, Zarate, Zaror, Zarzar.