Como el judaísmo es a la vez una cultura y una religión, no todas las comunidades judías comparten idénticas costumbres culturales, religiosas, culinarias, lingüísticas, etc.A los descendientes de estos judíos se les siguió llamando sefardíes, sefaraditas o sefarditas, sin importar en qué parte del mundo hayan nacido.En 1924, el general Primo de Rivera concedió la ciudadanía española a los judíos sefardíes por "razones históricas", lo cual salvó muchas vidas durante la Segunda Guerra Mundial.Giorgio Perlasca continuó su labor durante la ausencia de Sanz-Briz (haciéndose pasar por cónsul, cuando en realidad no lo era).Muchos los denominan erróneamente sefaradim dentro del mismo Israel, aunque nada tienen que ver con la península ibérica.En la primera mitad del siglo XX, un gran porcentaje de judíos sirios emigró a los Estados Unidos, México, América Central, Argentina, Brasil e Israel.Hay comunidades más pequeñas en otros lugares de los Estados Unidos y en América Latina.Algunos consideran a los teimanim como parte de los judíos mizrajim u orientales, pues habitaban en el Yemen (que significa "sur remoto").Son los únicos que conservan la tradición de leer la Torá en la sinagoga en hebreo y en la traducción al arameo.Cuando Saladino era sultán, los judíos del Yemen empezaron a tener una religión que sincretizaba el judaísmo y el islam.Pertenecen a Georgia, en el Cáucaso; gruzim viene del término ruso: Грузинские евреи (Gruzinskie Yevreyi, judíos georgianos).Son los judíos cuya lengua materna es el persa y llegaron a Persia hace 27 siglos aproximadamente.Las mayores concentraciones de parsim ('persas' en hebreo) están en Irán, Estados Unidos e Israel.Su nombre proviene del antiguo Emirato de Bujará, un estado centroasiático que llegó a tener una considerable comunidad judía.Los Abayudaya son una comunidad en Uganda que se adhiere al judaísmo desde los años 20 del siglo XX.