La exuberante naturaleza, las tierras fértiles y el clima tropical de Michoacán han permitido que se geste en este lugar una tradición culinaria variada, abundante y milenaria, en su mayoría herencia de los pueblos prehispánicos que aquí vivían, como los purépechas.
Uno de los pueblos indígenas que más contribuirá a la gastronomía michoacana serán los purépechas,[7] ubicados en el centro del estado.
Los recursos hidráulicos de la región son abundantes, lo que también ha hecho las tierras fértiles y la naturaleza exuberante.
De hecho, la propia palabra «Michoacán» proviene del náhuatl Mech-hua-can, «lugar de los que comen pescado»,[8] en referencia a los habitantes purépechas que vivían del medio lacustre.
Los lagos de Michoacán han sido desde la llegada del hombre a la región la base fundamental para su alimentación y otros recursos.
Muchos vecinos vierten su basura personal a los ríos que fluyen hasta los lagos, llenando las orillas y el fondo del agua de basuraleza.