Desembocan los ríos Huaracha y Duero en el río de la Pasión, que nace en Michoacán atravesando Tizapán y arroyos temporales que confluyen en la laguna.
En la época prehispánica, los viajantes desde Aztlán llegaron al laguna de Chapala, varias familias se quedaron en esa zona fundando los primeros asentamientos, el lago fue llamado Chimaloacán que significa región donde se usa el chimalli o escudo.
El lago se ubica entre los municipios de: La influencia económica, ha beneficiado a municipios de Jalisco como La Barca, Jamay, Ocotlán, Chapala, y Jocotepec y municipios de Michoacán como Venustiano Carranza Chavinda, Jiquilpan, Sahuayo, Pajacuarán y Villamar.
Alrededor de estos municipios, se da un desarrollo desigual pues en unos se encuentra excelente economía y en otros no hay por lo menos un desarrollo aceptable.
Alrededor de los ríos se concentra la agricultura y en los alrededores el turismo, en los lugares de menor economía se puede encontrar que la principal actividad es la pesca.
Debido a la disponibilidad del agua en Chapala se han podido desarrollar cultivos de todo tipo, además de dar cabida a la ganadería.
El turismo se estableció en el siglo XIX, cuando el primer turista estadounidense visitó Chapala, poco después se ofrecían viajes en tren desde Ocotlán hasta Chapala y se llegaron a dar paseos en barcos a vapor por la ribera del lago.
La flora que logramos encontrar en esta región es bastante diversa, entre las cuales destacan: La fauna que caracteriza en mayor parte al Lago de Chapala son las especies acuáticas, pues este es el recurso que más abunda, se conocen cerca de 39 especies de peces nativas y 4 introducidas, varias ya se extinguieron y otras están en peligro de desaparecer, al igual que existen varias especias de charal propias del lago.
Para entender el alcance, se necesitan analizar las condiciones del agua de la cuenca Lerma-Santiago.
Además, la construcción de presas en este río empeora el flujo del agua y los residuos terminan acumulándose.