En Occidente, se denomina variedad vestigial vegetal o cultivar vestigial (del inglés, heirloom variety; «reliquia agrícola») a primitivas variedades de un vegetal cultivadas de forma local y sin fines comerciales.
En algunas partes del mundo, es ilegal vender semillas de cultivares que no figuran como aprobados para la venta.
Sin embargo, los bancos de semillas por sí solos no han podido proporcionar un seguro suficiente contra pérdidas catastróficas.
En algunas jurisdicciones, como la colombiana, se han propuesto leyes que harían ilegal el coleccionismo de semillas.
La tendencia de cultivar vestigios vegetales en los jardines ha vuelto a ganar popularidad en América del Norte y Europa.
[6][7] Si bien la jardinería tradicional se ha mantenido una «comunidad nicho», en los últimos años ha visto un resurgimiento en respuesta a la tendencia de la agricultura industrial.
Además, muchos lanzamientos comerciales antiguos en realidad han sido reliquias familiares que una compañía de semillas obtuvo e introdujo.
Las rosas vestigiales a veces se coleccionan (de manera no destructiva como pequeños esquejes) de casas antiguas y cementerios, donde una vez fueron plantadas en las tumbas por los dolientes y se dejaron intactas en las décadas posteriores.
Por otro lado, en ocasiones dos variedades que se entendían como diferenciadas, en el estudio genético eran casi idénticas entre sí.
En el ámbito legal, las variedades vestigiales tienen el problema de que registrar y mantener un nuevo cultivar en una lista nacional es algo costoso.
Recientemente se han realizado progresos en el Reino Unido para establecer derechos de emisión y pruebas menos estrictas para variedades de patrimonio en una lista nacional B, pero esto todavía se encuentra bajo consideración.
Debido a que la mayoría de los vestigios vegetales tienen al menos 50 años y se cultivan e intercambian en una familia o comunidad, caen bajo el dominio público.
Por lo general, los usos aprobados son la cría, el estudio y, a veces, la distribución posterior.
[13] A medida que los efectos del cambio climático se intensifican y la población mundial aumenta, se está prestando más atención a los vestigios vegetales como una forma de restaurar la diversidad genética y alimentar a una población en crecimiento mientras se salvaguarda el suministro de alimentos de diversas regiones.