Las bolas de Pedernales son un platillo típico mexicano, cuyo origen se remonta a la etapa conocida como el Porfiriato.
Durante este periodo se gestaría esta invención gastronómica con los productos más asequibles de ese entonces: el maíz, el chile y el frijol; que no son otra cosa que aquellos alimentos que se consumían entre las culturas prehispánicas mesoamericanas y que se convirtieron en los elementos fundamentales de la composición culinaria de este platillo.
El guiso queda cubierto por tortillas, como si se tratara de una lechuga, esta envoltura conserva muy bien el calor y puede comerse hasta tres horas después de su preparación, a buena temperatura.
[3]Los cortadores de caña de azúcar llevan este platillo a sus lugares de trabajo, ya que a pesar de que laboran durante varias horas, éste se conserva aún caliente, por lo que se ha convertido en toda una costumbre culinaria entre este sector campesino consumirlas en las parcelas donde trabajan.
[4] El Historiador Pedro Gómez Ayala[5] ha demostrado que la Bola de Pedernales se ha convertido en todo un símbolo identitario que expresa a esta población, pues conlleva toda una práctica ritual que comienza desde su preparación hasta la degustación de la misma.