Uruapan fue el resguardo del último cazonci purépecha, Tangáxoan II, razón por la cual los españoles llegaron al lugar por el año de 1522.
Poco tiempo después, cuando se decidió evangelizar la región, Fray Juan de San Miguel fue el encargado de realizar dicha encomienda, pero encontró la zona deshabitada, por lo que decidió reunir a los nativos para evangelizarlos y darles un oficio.
En dichos barrios se levantó una capilla consagrada a un santo patrono, para que fuera el protector de cada uno.
Asimismo, se trazó la ciudad según la época: las calles irián de norte a sur y de este a oeste, y la posición de cada capilla se realizó para que dieran los atrios hacia otra capilla, creando una gran cruz en toda la ciudad.
En ese siglo la región se caracterizó por insubordinación y brotes de violencia, entre ellos los de 1766 (cuando se desató un motín en protesta por el sistema de reclutamiento para las milicias provinciales del virreinato) y 1767 (violenta represión en la que se castigó a treinta y nueve personas por los actos cometidos contra la corona el año anterior y por las protestas hechas debido a la expulsión de los jesuitas).
Se sabe que un grupo conspiró contra la Monarquía, entre ellos el licenciado Michelena y el licenciado José María Izazaga, este último destacado intelectual, que estuvo relacionado con personajes ilustres.
La rebeldía de la ciudad se dejó ver durante la guerra que mantuvieron los liberales y conservadores, donde suscitó el apresamiento y fusilamiento de los Mártires de Uruapan (el general José María Arteaga y cuatro oficiales más), mismos que tiempo antes habían decidido organizar sus tropas en una «Gran Parada» que hicieron en el entonces oriente de la ciudad, donde actualmente existe una placa en la esquina del paseo Lázaro Cárdenas y la calle Gran Parada.
Durante la revolución, la ciudad fue asaltada en 1914, pasando de un bando a otro en años posteriores.
Su principal sistema hidrográfico es el río Cupatitzio, el cual nace dentro de la ciudad y del cual se obtiene la mayor parte del agua potable que se utiliza en la ciudad.
Un muy importante sector del territorio de Uruapan, principalmente hacia el centro y norte, se dedican a la agricultura, el resto del municipio se encuentra cubierto por bosque, en el que en las zonas más elevadas se encuentran pino y encino, en zonas más bajas especies como parota, guaje, cascalote y cirián.
Su fauna se conforma principalmente por coyote, zorrillo, venado, zorra, cacomixtle, liebre, tlacuache, conejo, pato, torcaza y chachalaca.
De acuerdo con los datos arrojados por el Censo de Población y Vivienda del INEGI 2020, la ciudad de Uruapan cuenta con 299 523 habitantes, y su zona conurbada con poblaciones que han sido absorbidas por la mancha urbana como Caltzontzin, Jicalán o Santa Rosa, alcanza los 322 082 habitantes, lo que la coloca como la segunda más poblada del Estado.
Cuando llegaron los conquistadores los antiguos habitantes fueron perseguidos, asesinados, saqueados y sus mitologías ofendidas.
Por otra parte, la organización religiosa era depositada en cuatro «Cargueros», en indios «Semaneros» y en un «Mayordomo».
En cada uno de los barrios se edificó una capilla en la cual se construyó un retablo con la imagen del Santo Titular.En el siglo XXI se recuperaron los nueve barrios originales, se debe destacar el caso del barrio de La Santísima Trinidad cuya capilla fue abandonada a principios del siglo XX y finalmente demolida en 1936 para convertirse en cuartel del Ejército Mexicano, lo que provocó el traslado de los símbolos característicos al nuevo barrio del Sagrado Corazón de Jesús o El Vergel, localizado a unas calles al sur.
La actividad pecuaria tiene importancia, además se cría bovino, porcino, caprino, equino, avícola y existe un pequeño sector de silvicultura.
En Uruapan existen dos unidades deportivas, además de algunos clubs privados y otras instalaciones similares.
Por otro lado, en la localidad también tiene su sede el conjunto Ireris Uruapan, el cual participa en la Liga Mexicana de Voleibol Femenil.