En el archipiélago hay diez comunas: Ancud, Castro, Chonchi, Curaco de Vélez, Dalcahue, Puqueldón, Queilén, Quellón, Quemchi y Quinchao.El archipiélago fue la última posesión española en Chile, repeliendo con éxito las invasiones patriotas hasta 1826.No sólo se reunieron importantes expediciones en Chiloé, sino que miles de chilotes emigraron al escasamente poblado continente para trabajar en estancias dedicadas a la cría de ovejas, como trabajadores ferroviarios o para convertirse en colonos independientes.[4] Los chelles (Chroicocephalus maculipennis), también llamados cáhuiles o gaviotines, son aves blancas de cabeza negra, muy frecuentes en las playas y lagunas del archipiélago.El nombre que se le da a los habitantes de Chiloé es chilotes, aunque también se ha usado chiloense y chilhueño por considerar que el primero podría tener connotaciones despectivas.Las islas menores son de relieve ondulado y en su mayor parte están distribuidas en grupos de tres o cuatro, pero algunas están tan próximas que quedan unidas al bajar la marea.Hay bastantes canales secundarios que comunican las distintas islas, puertos y localidades del archipiélago, siendo los más importantes: Caucahué, Quicaví, Chauques, Dalcahue, Quinchao, Apiao, Lemuy, Yal, Queilen, Chaiguao, Yelcho, Laitec, San Pedro y Huamblad.La geomorfología de los canales también sería explicada por la meteorización provocada por agentes climático como el viento, lluvia y corrientes marinas, cuyas mayores evidencias son los escarpes o acantilados en ciertos sectores como el canal de Chacao, que han evolucionado por fuerzas marinas y atmosféricas.Pero muchos de estos terrenos se han abandonado posteriormente y hoy están ocupados por el espinillo (Ulex europaeus), un arbusto espinoso introducido para hacer cercos vivos, pero que está completamente fuera de control.El cultivo de la papa se practica desde antes del siglo XVI y científicos como Charles Darwin y Nikolái Vavílov creían que esta planta se había originado en Chiloé, pero en el año 2005 David Spooner demostró, por medio de análisis genéticos, que todas las papas cultivadas tienen un ancestro originario del sur de Perú.Ambas descienden de ganado introducido a las islas por los españoles en el siglo XVI.A nivel cultural, el archipiélago de Chiloé presenta rasgos que la diferencian del resto del país: una prolífica riqueza folclórica y cultural derivada de su aislamiento; la música ostenta «gran vitalidad, tempos ágiles y ritmos vibrantes»[29] con danzas de rasgos estilísticos propios y diferenciables—como la cueca chilota o el vals chilote, entre otros—,.[33][34] Destacan las características de sus construcciones, un estilo arquitectónico que usa tejuelas, balcones y miradores.Mención aparte merecen sus iglesias —que se desarrollaron a partir del siglo XVII hasta su madurez en el siglo XIX— cuyas características artístico-arquitectónicas eclécticas constituyen la denominada escuela chilota de arquitectura religiosa en madera.El edificio es rectangular con techo a dos aguas y un pórtico con arcos falsos (generalmente cinco), es decir, solo adornan la fachada, pero no la sostienen.En la fachada hay una torre hexagonal de dos o tres cuerpos que contiene la campana.Entre los platos más característicos se encuentran: El español que se habla en Chiloé presenta características peculiares, por la presencia de cientos de palabras tomadas del mapudungun en su dialecto huilliche y por la conservación de muchos términos y arcaísmos del español que en otras zonas ya están en desuso.Entre los tejidos se pueden mencionar los gorros, frazadas, mantas, calcetines, chalecos y abrigos hechos en lana cruda de oveja.En cestería hay diversos objetos como canastos, mallas y figuras decorativas, hechos con fibras vegetales.También está la cancagua, una roca metamórfica que es usada para hacer chimeneas, braseros y hornos de piedra.Se usaron las tiraduras de casas, también conocidas como mingas para realizar dicho trabajo.[38] Desde 2010, Chiloé forma parte de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM),[39] una certificación otorgada por Naciones Unidas a los lugares que conservan una agricultura tradicional plenamente integrada en la cultura, la seguridad alimentaria, la biodiversidad y el desarrollo sostenible.En 1558 Juan Fernández Ladrillero ingresa a los canales de Chiloé y toma contacto con los aborígenes.La isla fue originalmente bautizada con el nombre de Nueva Galicia, pero ese término no prosperó y se mantuvo la voz huilliche Chiloé.Los españoles solicitaron repetidas veces despoblar las islas a causa de la miseria y el aislamiento en que decían vivir, pero no se les hizo caso por la relevancia estratégica que este asentamiento tenía para España.[43] En los primeros años los mercedarios y franciscanos estuvieron a cargo de la labor espiritual.Los jesuitas fueron haciendo capillas por todo el archipiélago; para 1767 ya había 79, y hoy se pueden encontrar más de 150.Este ferrocarril quedó fuera de servicio en 1960 por los daños que sufrió luego del gran terremoto ocurrido ese año.A finales del siglo XX, Chiloé siguió el modelo impuesto en todo Chile y experimentó cambios en sus sistemas de vida.[45] En 1972 se presentó promulgó por primera vez una ley en referencia al proyecto de construcción de un puente que permitiera unir la Isla Grande con el territorio continental,[46] idea promovida por el entonces diputado por la zona Félix Garay .
Paisaje en la ribera del
canal de Chacao
, cerca de la zona de acceso a la isla Grande de Chiloé; en él se observa un acantilado muerto semiestabilizado por
Gunnera tinctoria
, con una pendiente de 40 a 45 grados y constituido por areniscas holocénicas no consolidadas.
El canal Lemuy visto desde Quinched.
Un pescador en la playa de Mar Brava, costa sobre el
océano Pacífico
.
Bosque de arrayanes (
Luma apiculata
) entre los ríos Colecole y Anay (Castro), en la costa occidental de la Isla Grande.