Todos estos restos señalan la presencia de grupos nómadas dedicados primariamente a la recolección de mariscos (almejas, choritos, choros zapatos, entre otros) y secundariamente a la caza y la pesca.
El nombre designa a uno o varios pueblos nómadas marinos de baja estatura que habitaban desde Chiloé hasta el Golfo de Penas y que parecen haber estado relacionados con otros pueblos canoeros australes, como los alacalufes o kawésqar.
Paulatinamente establecieron relaciones comerciales con los europeos, llegando a ser proveedores de esclavos, y en el siglo XVIII decidieron radicarse pacíficamente en Chiloé.
En la historiografía convencional han recibido indistintamente el nombre de huilliches, veliches o cuncos.
Se establecieron en la zona norte de la Isla Grande, en los alrededores del canal de Chacao y luego se expandieron hacia el sur, colonizando territorios que hasta ese momento habían ocupado los chonos y mezclándose parcialmente con ellos.
Complementaban su alimentación con la recolección de frutos silvestres y productos del mar.
En 1558 Juan Ladrillero ingresa a los canales de Chiloé y toma contacto con los aborígenes.
Ese mismo año, García Hurtado de Mendoza inicia otra expedición para explorar territorio hacia el sur.
El designado para cumplir la tarea fue su yerno, Martín Ruiz de Gamboa, quien llevó consigo 110 hombres pertrechados para asentarse en las nuevas posesiones.
Cruzaron el canal de Chacao en cuatro días usando dalcas, tardaron este tiempo pues aparte de sí mismos y sus enseres, debían hacer atravesar a sus caballos atados a las embarcaciones.
Ruiz de Gamboa consideró adecuado fundar una ciudad junto al río que los indígenas llamaban Quilque (actual río Gamboa), y la bautizó como Santiago de Castro, mientras que la isla fue llamada Nueva Galicia, pero ese término no prosperó y se mantuvo la voz huilliche Chiloé.
[n 4][8][9][10] Los españoles solicitaron repetidas veces despoblar la isla a causa de la miseria y el aislamiento en que decían vivir, pero no se les concedió por la relevancia estratégica que este asentamiento tenía para España, en efecto, a Chiloé se le denominaba comúnmente como "La llave del Pacífico".
[14][15] En los primeros años los mercedarios y franciscanos estuvieron a cargo de la labor espiritual.
En 1608 llegaron los primeros jesuitas, y en 1612 fundaron la primera iglesia en Castro para evangelizar a los nativos, para posteriormente continuar construyendo capillas por todo el archipiélago, la mayoría por cierto a través de la utilización del sistema indígena de trabajo llamado minga;[16] en efecto para 1767 ya había 79, y hoy se pueden encontrar más de 150.
[cita requerida] A finales del siglo XX, Chiloé siguió el modelo impuesto en todo Chile y experimentó cambios en sus sistemas de vida.
[cita requerida] A principios del siglo XXI, el gobierno de Ricardo Lagos, anunció la construcción del puente de Chacao —idea presentada por primera vez en 1972 para unir a la Isla Grande con el territorio continental—[cita requerida] como parte de las obras para celebrar el Bicentenario del país.
[21] Sin embargo, atrasos en la ejecución del proyecto han llevado a que el consorcio solicitara ampliaciones de plazo,[22] por lo que el puente recién se entregaría no antes de 2025.