Estas proliferaciones son reconocibles por grandes conjuntos de algas que pueden ser depositados sobre la orilla costera.
Este tipo de proliferaciones a menudo toman coloraciones rojizas o amarronadas y son denominadas mareas rojas.
Cuando los fosfatos se introducen en los sistemas acuáticos, las elevadas concentraciones dan lugar a un aumento del crecimiento de algas y plantas.
Las algas tienden a crecer muy rápido en condiciones en las que abundan los nutrientes, pero cada alga posee una vida corta, y el resultado es una alta concentración de materia orgánica muerta que comienza a descomponerse.
Estas condiciones en general no son dañinas para los peces, y es posible corregir esta situación mediante el recambio del agua en el tanque y reduciendo la cantidad de alimento que se provee.
Este método permite romper algunas moléculas de agua formando fragmentos reactivos que pueden matar a las algas.
[7] Los "blooms" o efloraciones de algas dañinas pueden producir impactos importantes y variados sobre los ecosistemas marinos, dependiendo de las especies involucradas, el medioambiente en el cual se encuentran, y el mecanismo mediante el cual ejercen sus efectos negativos.