La navegación interior, en contraposición de la navegación que se realiza en los mares y océanos, se desarrolla en las hidrovías o cursos de agua interiores a los continentes, ya sean naturales, como ríos y lagos, o artificiales, como canales navegables y embalses; o la navegación que se lleva a cabo en una vía natural (canales) que se forma por la distribución de las diferentes islas en los archipiélagos, y/u otras formaciones geográficas en el agua.
En efecto, para transportar 1 tonelada 1000 km se consumen:[2] Existen en Europa complejos sistemas de navegación interior, basta recordar que es posible navegar desde el mar del Norte hasta el mar Negro, usando vías navegables interiores compuestas por ejemplo por los ríos Rin y Danubio, interligados por medio de canales navegables.
En América del Sur están en fase de análisis importantes proyectos de navegación interior, por ejemplo: la "Hidrovía" en la cuenca del Paraná - Uruguay llegándose hasta el río Paraguay pasando por Asunción y llegando hasta Puerto Cáceres en Brasil.
La extensión total de la "Hidrovía" es de 3.442 km, y permite la interconexión entre Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Los principales componentes de la navegación interior son: En Chile destaca la navegación interior al sur de este país, producto de su geografía, formada por numerosos archipiélagos, islas y penínsulas (ej.