Biología marina

Sin embargo, es de destacarse que los océanos cubren aproximadamente el 71 % de la corteza terrestre, ante lo cual también es importante tener en consideración que la mayor parte de ellos, especialmente en sus puntos más profundos e inaccesibles, permanecen totalmente inexplorados debido a las altas presiones y a la poca o nula luz solar que llega a esas zonas.

[3]​ En el siglo XIII, Samuel Gottlieb Gmelin publicó Historia Fucorum, la primera obra dedicada a las algas marinas y el primer libro de biología marina que utilizó la nueva nomenclatura binomial de Linneo.

Durante esta época, se adquirió una gran cantidad de conocimientos sobre la vida existente en los océanos del mundo.

El laboratorio marino más antiguo del mundo, la Estación biológica de Roscoff, se creó en Francia en 1872.

[9]​ El desarrollo de tecnologías como la navegación por sonar, los equipos de buceo, los sumergibles acuáticos y los vehículos submarinos no tripulados permitió a los biólogos marinos descubrir y explorar la vida que antes se creía inexistente en las profundidades del entorno subacuático.

En cambio, los vientos constantes o planetarios constituyen prácticamente una causa inexistente, ya que algunas coincidencias entre las corrientes y los vientos planetarios se deben a que comparten una causa común, es decir, los movimientos astronómicos de la Tierra.

Como resulta lógico, no existirá ningún desplazamiento relativo entre el fondo del océano y las aguas que lo cubren porque en dicho fondo, tanto la parte terrestre como oceánica, se desplazan a la misma velocidad.

Generalmente los organismos marinos se agrupan según su función, tamaño, y hábito de vida.

La fauna marina es muy importante ya que desempeña un papel crucial en la transferencia de la energía sintetizada por el fitoplancton a los animales superiores de la cadena trófica como los peces, por ejemplo atunes y sardinas.

Así, la fauna marina puede considerarse un excelente bioindicador del estado ambiental de un determinado ecosistema.

En todos estos hábitats uno de los grupos más amplios son los invertebrados marinos ya que presentan formas y comportamientos muy diferentes al haber sido los primeros animales en evolucionar.

Los principales filos de invertebrados son: poríferos, celentéreos, platelmintos, nemátodos, anélidos, artrópodos, moluscos y equinodermos.

Estos pueden estar compuestos por fragmentos de plantas, sedimentos diversos, macrófitos, algas filamentosas, entre otros.

También se hallan los invertebrados nectónicos caracterizados por poseer una simetría pentarradial y un esqueleto calcáreo que protege gran parte de su cuerpo.

Se conocen varias especies del Mioceno, incluyendo algunas formas que vivían permanentemente enterradas en los sedimentos, así como otras, a veces de grandes dimensiones, que vivían en el lecho marino.

Cuando la marea baja, estas plantas se llegan a observar cerca de la costa como una gran alfombra verde.

Las diferentes especies, sin embargo, se adaptaron a la vida marina en distintos grados.

Los más adaptados son los cetáceos y los sirenios, cuyo ciclo de vida discurre totalmente en el agua, mientras que los demás grupos pasan al menos algún tiempo en tierra.

Durante el Mesozoico, muchos grupos de reptiles se adaptaron a la vida en los mares, incluidos los subtipos conocidos, tales como los ictiosaurios, plesiosaurios (anteriormente incluidos en el grupo "Enaliosauria",[18]​ mosasaurios, nothosaurios, placodontes, thalattosaurios, Thalattosuchia y las tortugas marinas (del orden Testudines).

[22]​ Otras son conocidas por realizar largas migraciones anuales, que las llevan a cruzar el ecuador o en muchos casos rodear la Tierra.

Diagrama de las zonas oceánicas.
Fósil de celacanto , un pez que se creía extinto y que ahora es considerado fósil viviente .
Vistas a pleamar (marea alta) y bajamar (marea baja) en el puerto de La Flotte en la isla de Ré (Francia) en el golfo de Vizcaya .
Olas en el Pacífico Norte .
Animación de una ola de mar
Corrientes marinas en la superficie de los océanos y mares. Se representan de rojo las corrientes marinas cálidas; en amarillo el afloramiento de aguas profundas y frías en costas occidentales continentales; en verde las corrientes que este afloramiento origina; y en morado la capa superficial de hielo oceánico. La dirección de las corrientes aparece indicada en flechas de color negro.
Diagrama de la clasificación de los organismos marinos.
Alga roja (izquierda), alga marrón (centro) y alga verde (derecha).
Pradera marina de la familia Posidoniaceae .
Prochlorococcus marinus , una cianobacteria marina que probablemente sea el organismo fotosintético más abundante de la tierra.
Manatí de las Indias Occidentales ( Trichechus manatus ), un miembro del orden Sirenia .
Ballena jorobada ( Megaptera novaeangliae ), un miembro del orden Cetacea .
Foca leopardo ( Hydrurga leptonyx ), un miembro de la superfamilia Pinnipedia del orden Carnivora .
Nutria marina ( Enhydra lutris ), un miembro de la familia Mustelidae .
Iguana marina nadando en Puerto Ayora, en la isla de Santa Cruz, Islas Galápagos , única especie entre los lagartos adaptada al ambiente marino.
Albatros (familia Diomedeidae) planeando sobre el océano.
Algunas aves marinas ( cormoranes moñudos , alcas y araos ) descansando en un acantilado de las islas Lofoten , cerca de una colonia de cría.
'Pradera' de Thalassia ( Hydrocharitaceae ) en las aguas de las costas de Florida.
Lecho marino con varios equinoides, Grahams Harbour, San Salvador .
En 1960, el Batiscafo Trieste fue el primer vehículo tripulado en descender al fondo de la fosa de las Marianas , conocido por ser el punto más profundo de todo el océano. [ 26 ]