[2][3] En biología marina, el término de fauna abisopelágica hace referencia a la descripción de un tipo determinado de ambiente o hábitat natural, con ciertas especies de animales marinos que nadan libremente y que viven o se alimentan en aguas abiertas a dichas profundidades y nunca se aproximan a la superficie.
La palabra abisal procede de abismo, lugar profundo y oscuro.
Esta región se caracteriza por un ambiente frío, presión hidrostática extremadamente elevada, escasez de nutrientes y ausencia total de luz.
Esta zona depende en gran parte del particulado de detritos que cae desde la superficie, excepto en las zonas donde se presentan las fuentes hidrotermales, que depende de la energía geotérmica, en donde la producción primaria depende de la quimiosíntesis, que es desarrollada por especies bacterianas, presentes sobre el sustrato o en los organismos presentes, como en el caso del trofosoma de los Siboglinidae.
[4] La fauna abisal está formada por peces extraños como Caulophryne,[5] Argyropelecus,[6] Idiacanthus, Melanocetus,[7] Saccopharynx,[8] Chauliodus o Cryptosaras.