Las nuevas tecnologías aplicadas a la arqueología confirman que su origen se remonta al mismo origen del Homo sapiens, cuya vida al aire libre era objeto de numerosos accidentes, heridas y hemorragias, susceptibles de tratamiento quirúrgico mediante técnicas rudimentarias.
Los más antiguos se han hallado en la cuenca del Danubio, pero existen hallazgos similares en excavaciones de Dinamarca, Polonia, Francia, Reino Unido, Suecia o España.
[7] Beroso, filósofo caldeo del siglo III a. C. recoge múltiples tradiciones escritas sobre Babilonia (principalmente de los archivos de Borsippa) y llega a afirmar que desde que el dios Oannes enseñó al pueblo sumerio todo lo conocido sobre civilización, nada nuevo se ha inventado.
[13] La medicina china tradicional describe el equilibrio de cinco elementos que considera fundamentales: agua, tierra, fuego, madera y metal.
Este texto se atribuye al emperador amarillo, Huang Di (aunque historiadores modernos consideran que fue compilado de fuentes antiguas por un estudioso entre las dinastías Zhou y Han, más de 2000 años más tarde) y desarrolla muchos conceptos médicos interesantes para la época.
Pero el mayor desarrollo de la cirugía se alcanzó en las dos principales civilizaciones del centro-sur: Azteca e Inca.
Incluso algunos sanadores se podían especializar en áreas concretas encontrándose ejemplos en el códice Magliabecchi de fisioterapeutas, comadronas o «cirujanos», propiamente dichos.
El traumatólogo, o «componedor de huesos» era conocido como Teomiquetzan, experto sobre todo en heridas y traumatismos producidos en combate.
La Tlamatlquiticitl o comadrona hacía seguimientos del embarazo, pero podía realizar embriotomías en caso de aborto.
En torno al mar Egeo se desarrolló entre los años 2500 y 1500 a. C. la cultura Minoica, precursora de la civilización griega.
La obra griega escrita más antigua que incluye conocimientos sobre medicina son los poemas homéricos: La Ilíada y La Odisea.
[16] A Asclepio se atribuye también el origen del caduceo o Vara de Esculapio, símbolo médico universal en la actualidad.
Paralelamente, se desarrolla la escuela empirista, cuyo principal exponente médico fue Glauco de Tarentio (siglo I a. C.).
Podría considerarse a Glauco como el precursor de la medicina basada en la evidencia, ya que para él solo existía una base fiable: los resultados fundados en la experiencia propia, en la de otros médicos o en la analogía lógica, cuando no existían datos previos para comparar.
Debió formarse en Alejandría (donde se permitían las autopsias), ya que sus conocimientos de anatomía visceral son muy completos.
Entre sus obras se cuenta un tratado sobre aneurismas (De vasorum dilatatione) y muchos capítulos sobre cirugía ginecológica.
En todos los manuales médicos árabes se encuentran grandes capítulos o secciones dedicados a la cirugía, inspirados en la tradición alejandrina, aunque originalmente aprendidos no en Alejandría, sino en Gundishapur (Persia), donde los exiliados nestorianos se empleaban en la tarea de traducir las principales obras clásicas del griego al árabe.
Años después descollará Abu Bakr Muhammed ibn Zakkariya, de sobrenombre Al-Razi o Rhazes.
Abulcasis (Abul Qasim Al Zaharawi) es el primer «especialista» cirujano conocido del mundo islámico.
Su principal obra compilatoria es Kitàb al-Tasrìf (La práctica, El método o Disposición) cuyo volumen XXX contiene un extenso tratado de cirugía.
Su espíritu ecléctico le llevó a afirmar que «nadie puede ser buen internista sin tener conocimientos de cirugía, y al revés, ningún cirujano será un buen profesional si no tiene los adecuados conocimientos de medicina interna».
[36] Entre las notas de este médico se encuentra lo que debe contener el maletín del perfecto cirujano:
La figura determinante del impulso científico en Inglaterra fue Roger Bacon (1214-1294), quien sentó las bases de la experimentación empírica frente a la especulación.
Esta «nueva era» recala con especial intensidad en las ciencias naturales y la medicina, bajo el principio general del «revisionismo crítico».
Este descubrimiento, sin embargo, ya lo había hecho Ibn Nafis, médico árabe del siglo XIII, pero sus observaciones no fueron conocidas en occidente.
Este cirujano fue médico personal de cinco reyes en una época en que era costumbre al uso sustituir a toda la corte con cada nuevo reinado.
La siguiente cita ejemplifica su espíritu innovador, siendo considerado el primer cirujano en realizar la ligadura rutinaria de los vasos en las amputaciones:[41]
Este vehículo debería incorporar, según su propio informe, un médico, un oficial, un suboficial, 24 soldados y un tambor, además del material de vendaje.
En realidad la lista es interminable y se extiende por las diferentes especialidades quirúrgicas (ginecología, urología, traumatología, cirugía digestiva, neurocirugía, etc.).
Principalmente, la cirugía mínimamente invasiva (laparoscopia) ha permitido disminuir los tiempos de recuperación y las complicaciones postquirúrgicas en muchas intervenciones.