La vivisección (del latín vivus y sectĭo) es la disección de un animal aún vivo.
Aunque en el caso de la investigación médica es la práctica que más ha contribuido al progreso de la neuroanatomía,[2] es indiscutible que causa sufrimiento en los sujetos.
Actualmente existen controles para la investigación en animales, y se están empleando estrategias que eliminen el dolor o tienden a poder prescindir de animales vivos.
En investigaciones con aplicación en seres humanos, se usan individuos virtuales que podrían simular la reacción a estímulos biológicos, físicos y químicos, de tal manera que ya no serían necesarios los ensayos con animales.
[3] La distinción entre objetivos humanitarios y comerciales es fuente de polémica.