Suspensión (automóvil)

Idealmente la rueda debe desplazarse bajo todo tipo de circunstancias en un plano vertical perpendicular al suelo.

Además, dinámicamente las ruedas están somentidas a la interacción de distintas fuerzas combinadas -par de aceleración y frenado, fuerza centrífuga y lateral, etc-, cuyos efectos sobre los componentes y el recorrido de la suspensión deben ser escrupulosamente previstos para garantizar el control del vehículo.

Desde el punto de vista geométrico, la rueda como cualquier cuerpo que se mueve en el espacio, lo hace sobre sus tres ejes lineales, sobre los que además puede rotar, dando lugar a un movimiento en hasta seis grados de libertad.

El perfecto guiado de la rueda en todo momento y bajo toda circunstancia entraña gran dificultad técnica y habitualmente se recurre a compromisos que serán mayores cuanto más simple sea el sistema de suspensión.

En el primer caso, así como en las suspensiones semiindependientes, hablamos de ejes, mientras que para el segundo normalmente se utiliza el término "tren".

En la actualidad las suspensiones que se emplean en los automóviles de turismo son muy variadas, pudiendo incluso utilizarse para generar energía en vehículos eléctricos.,[1]​ si bien todas están basadas en unos pocos sistemas diferenciados: Suspensión dependiente: las dos ruedas delanteras o traseras forman parte de un mismo eje.

En este caso las ruedas son guiadas por una serie de elementos verticales -brazos- u horizontales -conjuntos muelle/amortiguador- dando lugar a un "tren".

Esto aporta ventajas en confort, manejo del vehículo sobre superficies irregulares y muy especialmente reduce sustancialmemte la masa no suspedida, especialmente en ejes motrices Cuando se utilizan brazos transversales o longitudinales, articulados sobre el chasis por uno de sus extremos, inevitablemente se forzará al otro extremo a describir un arco.

Sin embargo cuando se emplean sistemas articulados sobre dos o más brazos, como en la suspensión por triángulos superpuestos o la multilink se consigue restringir este movimiento circular formando un paralelogramo deformable.

La solución más sencilla y evidente es mantener un eje rígido pero sin soportar la suspensión.

En los vehículos modernos de gama media-alta se montan suspensiones totalmente independientes.

Suspensión delantera McPherson en un Renault.
A la izquierda, vistos desde arriba, sistemas con la rueda anclada sólidamente al brazo. A la derecha, en vista frontal, sistemas articulados sobre eje de pivote o mangueta .
Una suspensión MacPherson en la rueda delantera derecha de un vehículo de tracción trasera.