El Renault 4 conllevó la audacia de diseñar un vehículo con una filosofía diametralmente opuesta a la hasta entonces seguida por la firma francesa.
Los últimos puntos de fabricación fueron Colombia (donde se fabricaba localmente, y ante la alta demanda se decide importar CKD yugoslavo para completar la producción) y Eslovenia, anteriormente parte de Yugoslavia Tras finalizar la producción europea en Francia y España el R4 continuó su fabricación en la planta eslovena Revoz, en Novo Mesto, para surtir los mercados europeos, especialmente con la versión "Clan" que sería la última en fabricación hasta 1993, año en que el último R4 salía de dicha planta.
El modelo fue retirado del mercado por no ser rentable su modificación para cumplir la normativa anticontaminación Euro 1.
Esta importante remodelación, que hacia prácticamente un automóvil nuevo a partir de uno veterano, lo puso al día y permitió su presencia en el mercado hasta los años 90.
El Renault 4 fue un símbolo de la época, protagonista en películas, viajero a África, coche familiar y urbano, muy utilizado tanto por la policía francesa como por la Guardia Civil española hasta los 1990s.
Pese a no tener ninguna apariencia ni carácter deportivo, participó hasta en el Rally de Montecarlo y era frecuente verlo en competencias tipo RAID.
Por entonces la Guardia Civil, al igual que lo hiciera anteriormente la Gendarmería Francesa, se interesó en adquirir un patrullero sencillo y económico para dotar los puestos rurales.
Dado que con el presupuesto de un 4x4 se podían adquirir tres unidades del Renault 4, la opción por este permitía aumentar considerablemente el parque de unidades con un presupuesto ajustado, supeditado todo ello a un estudio que dejara los vehículos 4x4 para los terrenos más abruptos.
Tras prolongar su fabricación en Yugoslavia, concretamente en el territorio de Eslovenia, desapareció de manera definitiva en 1993, para dejar paso a las series económicas del Renault Supercinco que también se fabricaban en la planta eslovena en exclusiva tras la aparición del Clio.
Existen numerosos clubes y asociaciones de amigos del Renault 4 que celebran con periodicidad encuentros en todo el mundo, en los cuales se pueden apreciar transformaciones realizadas en su carrocería, adaptaciones a usos playeros, de montaña, etc.
Sumado a esto, muchas personas veían al Renault 4 como un vehículo pequeño, frágil y feo.
Quizás esta sea la mejor versión más evolucionada de toda la historia del R4, en cuanto a rendimiento y equipamiento.
El Renault 4 se introdujo muy bien en la clase media chilena como una opción a la Citroën 2CV (Citroneta).
Son muy apreciados por su mecánica simple, su fiabilidad y capacidad de carga; características con las cuales dominó las rutas chilenas hasta entrado los años 1990.
El Fiat 500, su rival de la época, tenía un tamaño similar y permitía acomodar a cuatro personas.