Labio leporino

[2]​ El labio fisurado (queiloquisis) y el paladar hendido (palatosquisis) pueden presentar juntos o por separado y son variaciones de un tipo de deformidad congénita causada por el desarrollo facial incompleto anormal durante la gestación.

Por ejemplo, algunos piensan que el maxilar se debe tratar hasta los doce años, cuando ya salieron los dientes permanentes, para evitar múltiples cirugías durante el desarrollo.

Entre los 2 y 3 primeros meses de vida, se realiza la cirugía para cerrar la hendidura del labio.

Aunque la cirugía se puede realizar después del nacimiento, la mejor edad para la intervención son aproximadamente las 10 semanas, después se aplica "la regla de los 10", acuñada por los cirujanos Wilhelmmesen y Musgrave en 1969 (el niño tendrá al menos 10 semanas de edad; pesará al menos 10 libras [4,5 kg] y tendrá al menos 10 g de hemoglobina).

Aproximadamente el 20-25 % sólo requiere una cirugía palatal que consiga una válvula velofaríngea competente capaz de producir una voz normal, no hipernasal.

Sin embargo, las combinaciones de métodos quirúrgicos y cirugías repetidas a menudo son necesarias cuando el niño crece.

Históricamente los niños que padecen esta malformación han sido objeto de discriminación.

[6]​ Aproximadamente uno de cada mil nacimientos a nivel mundial presenta labio fisurado sin o con paladar hendido.

[6]​[4]​ En algunos países, el labio leporino o el paladar hendido son considerados motivos (generalmente tolerado u oficialmente sancionado) para realizar el aborto más allá del límite de edad fetal legal, aunque el feto no esté en peligro de muerte.

Algunos activistas de derechos humanos sostienen que esta práctica "del asesinato cosmético" asciende a la eugenesia.

Paladar hendido
Huaco moche de un niño con paladar hendido