Anatomía patológica
La anatomía patológica comprende todos los aspectos de la enfermedad, fundamentalmente a nivel celular morfológico.Galeno mantuvo vigentes las teorías de Hipócrates durante toda la época medieval convirtiéndolas en dogmas.Paulatinamente empezaron a surgir autores que no veían las teorías de Hipócrates como verdades absolutas.Mantuvo expedientes cuidadosos y esto fueron publicados por su hermano en 1507, como las causas ocultas de las enfermedades.Sin embargo, Benivieni realizó "incisiones" en los cadáveres, pero no disecciones completas y los resultados son superficiales.A finales del siglo XVIII, Bichat introdujo el concepto de tejido.Ya en el siglo XIX, y gracias al desarrollo del microscopio óptico, se introdujo la teoría celular, que aportaba un nivel más en la organización de los seres vivos.Claude Bernard añadió, además, que las características físicas y químicas de la célula y sus alteraciones están igualmente relacionadas con la enfermedad En los últimos tiempos la anatomía patológica ha experimentado un desarrollo extraordinario, gracias a los avances en el campo de la tecnología, medicina, biología, etcétera.Según la patología existen tres causas básicas que originan las enfermedades que son: La anatomía patológica especial se encarga del estudio de las respuestas específicas de cada tejido u órgano.En el ámbito hospitalario podemos distinguir, grosso modo, entre patología quirúrgica, que analiza tejidos a partir de la biopsia o pieza quirúrgica; la patología citológica, que analiza células a partir de cepillados o líquidos, y la patología necrópsica, que analiza las causas de muerte en cadáveres.Ante diversos estímulos hacia la célula, esta experimenta unos cambios que le sirven para adecuarse a la situación.La célula puede morir de dos formas diferentes: Es un término genérico que designa a enfermedades que se caracterizan por una acumulación patológica de sustancias endógenas o exógenas en los tejidos producidas por un déficit enzimático.Son las enfermedades que terminan en -itis, como apendicitis, cervicitis,… La inflamación se divide en aguda y crónica, aunque en realidad ambos tipos forman con frecuencia un todo continuo.