Costa Rica cuenta con una enorme variedad de vida silvestre, debido en gran parte a su posición geográfica entre los continentes del Norte y América del Sur, su clima neotropical y su amplia variedad de hábitats.
Son animales inferiores que no tienen columna vertebral, esqueleto interno ni cordón nervioso.
La más grande y que se encuentra en peligro crítico de desaparecer es la tortuga baula (Dermochelys coriacea).
En el Pacífico, anidan entre enero y febrero, especialmente en playa Grande, en el parque nacional marino Las Baulas, en Guanacaste.
De las 225 especies de reptiles existentes en Costa Rica, 118 corresponden a serpientes no venenosas, agrupadas en 8 familias: Anomalepididae, Boidae, Colubridae, Dipsadidae (con dos subfamilias, Dipsadinae y Xenodontinae), Leptotyphlopidae, Loxocemidae, Natricidae y Typhlopidae.
Otras especies incluyen serpientes como tamagá verde (Dryadophis dorsalis), falsa coral (Erythrolamprus mimus), ratonera (Senticolis triaspis), mica (Spilotes pullatus), bejuquilla (Imantodes cenchoa) y platanera (Ninia sebae).
La costa atlántica de Costa Rica es poco regular, con playas arenosas bordeadas por palmeras y cocoteros, pocos afloramientos rocosos e islas fluviales cubiertas de un exuberante bosque húmedo, con zona pantanosas, humedales, ríos largos que forman brazos y meandros.
Se estima que el 40 % de los chorlitos y correlimos que emigran desde Norte a Suramérica se detienen en sitios de como playa Guiones, playa Pelada y punta Garza, en Nosara, Guanacaste.
[20] El más abundante es el pato canadiense (Anas discors, L: 38 cm, P: 400 g), que se distingue por sus grandes parches azules sobre las alas.
[20] Estas especies se asientan principalmente en sitios protegidos como el parque nacional Palo Verde, ubicado en las llanuras del río Tempisque en Guanacaste, y que hospeda a 260 especies distintas de aves,[21] así como en los humedales de Mata Redonda y Corral de Piedra, en la cuenca baja del río Tempisque, donde se aglomeran grandes concentraciones de patos canadiendes, así como especies nativas como cigüeñones (Mycteria americana), piches (Dendrocygna autumnalis), garzones y garzas reales.
En Costa Rica habitan diez especies de trogones, incluyendo al quetzal (Pharomachrus mocinno costaricensis).
Se caracteriza por su plumaje verde azulado con vientre rojo intenso, con plumas caudales que llegan a medir 70 cm de largo.
[24] El jabirú (Jabiru mycteria), llamado en Costa Rica "galán sin ventura", pues su figura sobresale como un gigante blanco sobre los humedales de Guanacaste y Caño Negro, es la cigüeña más grande de América (L: 1.35 m, P: 6.5 kg).
[27] En un islote junto a la isla Uvita, frente a las costas de Puerto Limón, se asienta la única colonia de aves marinas en el Caribe, el alcatraz pardo (Sula leucogaster), aunque esta especie también se encuentra presente en el Pacífico, sobre todo en el golfo Dulce y Guanacaste.
[28] La lapa roja (Ara macao, L: 90 cm, P: 1 kg) habita principalmente en el litoral Pacífico, formando bandadas de hasta 50 individuos.
En época reproductiva, el macho desarrolla un buche grande y rojo que infla como un globo para atraer a la hembra.
En Costa Rica habitan gran cantidad de especies rapaces y carroñeras, tanto migratorias como residentes.
En la isla del Coco, no se ha registrado la presencia de mamíferos terrestres nativos de la isla, pero se han introducido cuatro especies: el cerdo (Sus scrofa), que es el mamífero más abundante, seguido del gato doméstico (Felis silvestris catus), la rata doméstica (Rattus rattus) y el venado cola blanca (Odocoileus virginianus).
[41] Los mamíferos más abundantes del país son los murciélagos, agrupados en nueve familias y 108 especies.
Se adaptan a los distintos métodos de forrajeo y alimentación, incluyendo néctar, peces e insectos.
En abundancia, a los murciélagos les siguen los roedores, con cinco familias y 40 especies que se distribuyen en todo el país.
Entre los roedores, hay varias especies destacadas: tepezcuintle (Cuniculus paca); guatuza (Dasyprocta punctata);[nota 1] y puercoespín (Sphiggurus mexicanus).
La ardilla pigmea montañesa (Syntheosciurus brochus) es endémica del país, hallándose únicamente en el volcán Poás y la cordillera de Talamanca.
Los artiodáctilos se dividen en dos familias: La única especie de perisodáctilo es el tapir (Tapirus bairdii), conocido localmente como danta.
[43] El jaguar (L: 1.7 m, A: 75 cm, P: 105 kg)[52] habita en el parque nacional Corcovado y el Área de Conservación Guanacaste, con poblaciones pequeñas en los parques La Amistad, Chirripó, Tapantí, Braulio Carrillo, La Selva, Barra del Colorado, Tortuguero, Arenal, Monteverde, la reserva biológica Manuel Alberto Brenes,[52] y en 2017 por primera vez en Caño Negro.
[43] Se han identificado en Costa Rica hasta 85 presas distintas para el jaguar, siendo el chancho de monte la más frecuente,[52] aunque en Tortuguero, Santa Rosa y Corcovado se les ha visto alimentarse también de las tortugas marinas que llegan a desovar, y en Corcovado se les ha observado cazando tiburones pequeños a la orilla del mar.
Hay 8 especies de didélfidos, conocidos en general como zarigüeyas o zorro pelón.
[57] En Costa Rica se han registrado 5 especies de rorcuales, que arriban al país buscando aguas más cálidas para reproducirse, pertenecientes a la familia Balaenopteridae: B.musculus, B.physalus, B.edeni, B.borealis y M.novaeangliae, siendo las más estudiadas la ballena azul (B.musculus) y la ballena jorobada (M.novaeangliae).
El delfín nariz de botella (Tursiops truncatus), conocido localmente como bufeo, es fuertemente costero y se ha registrado en ambos litorales.
En 2016, Costa Rica es el primer país del mundo en prohibir los zoológicos y la caza deportiva.