Sarcoramphus papa

Por su tamaño, desplaza a buitres americanos más pequeños que se encuentran cerca del cadáver.

[11]​ En la provincia de Buenos Aires fueron recuperados restos correspondientes a esta especie, datados del Pleistoceno.

Los juveniles tienen un color grisáceo y aunque tienen una apariencia similar a la del adulto al cumplir tres años, no completan la muda al plumaje adulto hasta tener cinco o seis años de edad.

En el estado pre-adulto final, su plumaje solo tiene negro esparcido en las cubiertas blancas de las alas.

[22]​[25]​ Los juveniles, con su plumaje oscuro, pueden confundirse con el buitre americano cabecirrojo (Cathartes aura), pero vuelan con las alas planas, mientras que los adultos con su plumaje pálido podrían ser confundidos con la cigüeña de cabeza pelada (Mycteria americana),[26]​ a pesar de que este último tiene el cuello largo y las piernas largas que deberían permitir una fácil identificación desde lejos.

[27]​ El cóndor de la selva puede planear durante horas sin esfuerzo, batiendo las alas con poca frecuencia.

[30]​ A pesar de su gran tamaño y su coloración llamativa, este buitre es muy discreto cuando está sentado en los árboles.

[31]​ Grupos de hasta 12 aves han sido observados, bañándose y bebiendo en un charco sobre una cascada en Belice.

A pesar de su gran tamaño y pico fuerte, suele ser poco agresivo cuando se alimenta.

[16]​ Sus depredadores naturales son las serpientes, que saquean los nidos para alimentarse de los huevos o polluelos, y los grandes felinos como el jaguar, que puede sorprender y matar a un ave adulto cuando este está alimentándose en el suelo.

Aunque es principalmente un ave carroñero, hay algunos informes aislados mencionando que atacó a animales heridos, terneros recién nacidos y pequeños lagartos.

[17]​ Solo puede ser desplazado, cuando se acercan a la misma carroña, por el cóndor andino, al ser este último más grande, aunque son muy raros los encuentros de ambas especies por diferencias de hábitats en que se distribuyen.

[39]​ Alcanza la madurez sexual cuando cumple cuatro o cinco años, con las hembras madurando un poco antes que los machos.

[41]​ A veces es retratado como un dios con cuerpo humano y una cabeza de ave.

[41]​ Aunque se consideró también la posibilidad de que podría representar un pavo ocelado (Meleagris ocellata), el pico enganchado y la carúncula apuntan en la dirección del Sarcoramphus papa.

[42]​ En la medicina tradicional, la sangre y las plumas del ave fueron utilizadas para curar enfermedades.

[43]​ Debido a su gran tamaño y su belleza, es una atracción popular en los parques zoológicos del mundo entero.

[52]​ Al igual que las otros 6 especies de buitres americanos, no existe claridad sobre su exacta ubicación taxonómica.

[57]​[53]​[59]​ El género Sarcoramphus, que hoy solo contiene a esta especie, tenía una distribución más amplia en el pasado.

El único material es un húmero distal fósil quebrado, hallado en Pozo Creek, en el Condado de Kern, California.

[60]​ El largo lapso de tiempo entre la existencia de ambas especies puede indicar que Sarcoramphus kernense podría ser distinta, pero como el fósil está algo dañado y no muy apto para fines diagnósticos, la asignación a este género no es del todo cierto.

[21]​ Durante el Pleistoceno, hubo en Perú otra especie que probablemente es asignable al mismo género: Sarcoramphus fisheri.

[62]​ Poco se puede decir de la historia evolutiva del género Sarcoramphus, sobre todo porque los restos fósiles de otros buitres americanos neógenos suelen ser más jóvenes o aún más fragmentarios.

Los teratornítidos (Teratornithidae) dominaron el nicho ecológico de los grupos existentes, especialmente en América del Norte.

[60]​ S. kernense, por lo tanto, podría representar una divergencia hacia el norte, posiblemente hermana al linaje de S. fisheri – S. papa.

[64]​ Bartram describe que la especie era relativamente común en Florida, e incluso afirmó haber capturado a una.

[64]​ Allen señaló que el comportamiento de las aves, según lo registrado por Bartram, era en total acuerdo con el del caracara;[64]​ por ejemplo, Bartram observó que las aves seguían incendios para recoger los insectos y las tortugas caja quemadas.

Tal comportamiento es típico de los caranchos, pero Sarcoramphus papa, por su tamaño grande y sus patas más cortas, no está bien adaptado para caminar.

[64]​ Sin embargo, Francis Harper argumenta que el ave podría, como en la década de 1930, haber sido poco común en la zona que Bartram visitó y se podría haberle pasado por alto.

En vuelo.
Batiendo las alas.
En la canopea.
Comiendo en el zoológico de Nueva York.
Un ejemplar en el Parque Zoológico Chorros de Milla , Mérida, Venezuela
Extendiendo las alas.
En Panamá.