Carroña es el nombre que recibe la carne podrida.
[5] Muchos invertebrados, como los sílfidos[6] y las larvas de las moscas azules y de las moscardas de la carne, también comen carroña, jugando un rol importante en el reciclaje del nitrógeno y del carbono en los restos animales.
La carroña comienza a descomponerse en el momento en que muere el animal y de forma progresiva va atrayendo insectos y criando bacterias.
Poco después de la muerte del animal, su cuerpo comienza a producir un olor desagradable provocado por la presencia de bacterias y por la emisión de cadaverina y putrescina.
Algunas plantas y hongos tienen un olor similar a la carroña en descomposición y atraen insectos que colaboran en su reproducción.