Los carroñeros son útiles para el ecosistema al eliminar restos orgánicos y contribuir a su reciclaje.
Los restos dejados por los carroñeros son después usados por los descomponedores.
Muchos carnívoros grandes que cazan regularmente se vuelven carroñeros cuando tienen oportunidad, tales como las hienas, los leones o incluso el ser humano.
Sobre un cadáver, se da una sucesión ecológica, de manera que diversas especies se van instalando y son sustituidas por otras a medida que el cadáver va descomponiéndose.
Cuando la carne en descomposición se ha desecado un poco, acuden los Silphidae.