Sarcoramphus

[9]​ Como el material está incompleto, se ha discutido su asignación genérica, ya que entre los distintos géneros de catártidos, en esa región del húmero las diferencias son pequeños; además, el patrón de su parte distal está interrumpido por una fractura que destruye parte de sus rasgos.en el año 1943, sobre la base de un tibiotarso derecho distal, una ulna derecha distal y un radio izquierdo proximal, los que correspondían a una especie más grande que la viviente S. papa, siendo intermedios con los del cóndor andino.Su real existencia fue largamente discutida, considerándose actualmente que posiblemente haya sido una especie válida, aunque ya totalmente extinguida.Fue descrito en el año 1793 por el zoólogo, geógrafo y filósofo alemán Eberhard August Wilhelm von Zimmermann[15]​ sobre la base de los registros del botánico y naturalista estadounidense William Bartram y el relato de los viajes que realizó este último a lo largo del río St.John, sobre el lago George, en Florida (sudeste de Estados Unidos).[18]​ Con la excepción de esta ave, todas las demás especies que describió por primera vez en aquella publicación son hoy bien conocidas y más o menos comunes en la región.El ornitólogo estadounidense John Cassin afirmó en 1859: Si bien Bartram señaló que esta rapaz era relativamente común (incluso llegó a cazar un ejemplar),[18]​ ornitólogos que visitaron la región posteriormente no lograron dar con la enigmática ave, por lo cual, comenzó a ponerse en duda la existencia misma de la especie, argumentándose que o pudo ser una confusión con el caracara norteño (Caracara cheriway) –común en la región en esa época pero ausente en el relato de Bartram-, o una descripción mal realizada de S. papa, o el intento de corporizar un ave mítica mezclando características de varias especies, etc.[21]​ Otros, como Francis Harper, acotaron que Bartram pudo haber empleado su memoria para completar la información sobre las características y hábitos de las especies, confundiendo de este modo los de S. sacer con los de otras rapaces, o pusieron el foco en aspectos relativos a la conservación del taxón, indicando que tal vez el buitre que describió Bartram representaría un población en fase de extinción, con números cada vez más pequeños, por lo cual no sería raro que a los viajeros se les haya pasado por alto hasta que finalmente terminó por extinguirse.[26]​ En ese mismo año Joel T. Fry continuó postulando la validez del taxón.
Detalle de la cabeza de un ejemplar adulto de zopilote rey ( Sarcoramphus papa ).
Zopilote pintado ( Sarcoramphus sacer ) según la acuarela de Eleazar Albin realizada en el año 1734.