Así lo reconocen su posición estratégica en el Corredor Biológico Mesoamericano y su designación como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Esta actividad tectónica ha dado lugar a características geológicas significativas, como cordilleras, valles y fallas.
Las montañas están compuestas principalmente de rocas metamórficas e ígneas, incluidas esquistos, gneises y granitos[4].
Los cambios de elevación dentro del parque crean hábitats y microclimas diversos, contribuyendo a la riqueza ecológica general.
En las áreas más bajas del parque, se pueden encontrar rocas sedimentarias, incluidas calizas y areniscas.
Estos depósitos se formaron en antiguos entornos marinos y proporcionan pistas importantes sobre la historia geológica de la región.
Con el tiempo, la erosión ha moldeado estas formaciones, dando lugar a características geológicas únicas como acantilados y valles.
La selva tropical, que se encuentra en las zonas bajas, presenta un clima cálido y húmedo con precipitaciones significativas durante todo el año.
Bajo la copa, el sotobosque es rico en una variedad diversa de arbustos, helechos y pequeños árboles.
Muchas comunidades indígenas en la región han dependido históricamente de las especies vegetales del parque para fines medicinales.
Plantas como el guanacaste (Enterolobium cyclocarpum) son valoradas no solo por su madera[10], sino también por sus usos tradicionales en la medicina y las artesanías locales.
[9] Los esfuerzos para conservar la flora única del Parque Internacional La Amistad son cruciales para mantener su biodiversidad.
Este trabajo se basó en datos y muestras recolectadas por siete expediciones multidisciplinarias e internacionales en las zonas más remotas de La Amistad; Así, los científicos han recolectado, determinado o depositado en las colecciones nacionales de Costa Rica y Panamá: Nuevas especies para la ciencia: En 3 años (7 expediciones), se han descubierto;