El eje montañoso central de Costa Rica es un sistema conformado por cuatro cordilleras, con dirección de noroeste a sureste, que atraviesa todo el territorio costarricense.
El relieve no es constante, está interrumpido por depresiones o alteraciones en el suelo.
El territorio continental costarricense está formado por un eje montañoso longitudinal central, más cercano a la costa del océano Pacífico, localizado en dirección noroeste-sureste, de aproximadamente 650 km de largo.
La parte sur está recorrida por la Cordillera de Talamanca.
Actualmente no registra actividad volcánica alguna, únicamente se hallan aguas termales en algunas zonas.