Exarcado de Rávena

El término se utiliza en historiografía en un doble sentido: en sentido estricto, exarcado se refiere al territorio bajo la jurisdicción directa del exarca, es decir, al área de la capital Rávena, pero en sentido amplio se utiliza principalmente para designar el conjunto de todos los territorios bizantinos en la Italia continental y peninsular, que según las fuentes legales de la época constituían la llamada Provincia Italiae, basándose en el hecho de que ellos también, al menos hasta finales del siglo VII, caían bajo la jurisdicción del exarca y estaban gobernados por duces o magistri militum bajo su dependencia.Su aliado, Pipino el Breve, rey de los francos, donó los territorios conquistados del antiguo exarcado al Papa en 756.Honorio, al no sentirse seguro allí, se mudó a Rávena y estableció en la ciudad la nueva capital del Imperio de Occidente.El nuevo reino ostrogodo instaurado por Teodorico continuó manteniendo, como anteriormente, la organización provincial y estatal romana.Se han planteado varias hipótesis sobre las razones por las que Bizancio no tuvo fuerzas para reaccionar ante la invasión:[12]​ Así en los años setenta del siglo los lombardos situaron su capital en Pavía conquistando todo el norte de la Península excepto las costas de Liguria y del Véneto.En el centro y sur se formaron los ducados lombardos de Spoleto y Benevento, cuyos duques fundadores (Zottone en Benevento y Faroaldo en Spoleto) no parece que hayan llegado a Italia con Alboino, pero según algunas conjeturas —que ahora son mayoritarias— habrían llegado a Italia ya antes del 568, como foederati al servicio del Imperio permaneciendo en Italia después de la guerra gótica; sólo en 576, tras el fracaso de la expedición contra los lombardos del general bizantino Baduario,[13]​ los foederati lombardos de Spoleto y Benevento se habrían rebelado contra Bizancio, formando estos dos ducados autónomos.La carta en un punto menciona al patricio Decio; en otra parte habla del exarca, sin aclarar si en realidad se refería a la misma persona.[21]​ Otros son más cautelosos y afirman que Decio era un senador romano enviado en una embajada ante el exarca.[24]​ De hecho, las autoridades civiles no desaparecieron inmediatamente, como lo atestiguan las cartas del papa Gregorio I.[28]​ Bajo el reinado de Mauricio, la Italia bizantina (llamada convencionalmente "exarcado" por la historiografía moderna, incluso aunque los documentos oficiales continuaran usando la denominación de Provincia Italiae)[N 5]​ ya reducida a aproximadamente un tercio de su extensión original, incluía los siguientes territorios, en su mayoría costeros: [29]​[30]​ Al estar involucrado en otros frentes contra enemigos temibles como los ávaros y sasánidas, Mauricio no pudo enviar refuerzos sustanciales a Italia y decidió frenar la expansión lombarda, ya fuese sobornando a algunos duques para atraerlos a su lado o estipulando una alianza con los francos, que tendrían que invadir el reino lombardo en cooperación con las pequeñas tropas bizantinas.Una segunda invasión franca, que tuvo lugar al año siguiente, no dio frutos debido a la desunión del ejército invasor.[35]​ Mientras tanto, en materia religiosa, se producía por aquellos años una profunda crisis conocida como Cisma de los Tres Capítulos.[54]​ Esmaragdo permaneció en el cargo al menos hasta el año 608, cuando está atestiguado por última vez en las fuentes (epígrafe CIL VI, 1200 sobre la dedicación de una estatua en honor de Phocas en Roma); se cree que fue reemplazado, bajo Focas o bajo Heraclio, por un tal Focio, del que no se sabe nada más.[56]​ Casi al mismo tiempo Nápoles también se rebeló, eligiendo un gobernante autónomo de Bizancio, Giovanni Consino.El emperador Heraclio reaccionó inmediatamente: envió a su cubiculario Eleuterio, nombrado exarca, con un pequeño ejército para sofocar las sediciones en Italia.[59]​[57]​ En 619, poco antes de la ordenación del nuevo pontífice Bonifacio V, Eleuterio decidió usurpar la púrpura, proclamándose emperador romano de Occidente: según el erudito Bertolini, la intención del exarca rebelde era «devolver a Italia un imperio independiente, igual en rango al imperio en Oriente»,[60]​ aunque no se puede descartar, como afirma T.S.[64]​ Durante la marcha hacia la ciudad, sin embargo, el exarca rebelde fue asesinado cerca de Castrum Luceolis (fortaleza situada entre Gubbio e Cagli) por los soldados restantes leales a Heraclio.[65]​ Bajo Isacio hubo una nueva exacerbación de las tensiones con la Iglesia romana: Heraclio, en aquellos años, había promulgado la Ekthesis, es decir, un edicto con el que el emperador intervenía en las disputas cristológicas sancionando la doble naturaleza humana y divina del Cristo, sino la unicidad de su voluntad, Monotelismo.Los conspiradores proclamaron emperador a Mececio, quien sin embargo fue rápidamente derrocado y ejecutado por las tropas que permanecieron fieles al hijo y sucesor legítimo de Constante, Constantino IV, quien según fuentes griegas dirigió personalmente la expedición a Sicilia para deponer al usurpador.[86]​ Sin embargo, fuentes latinas casi contemporáneas como el Liber Pontificalis no hacen la más mínima mención de la participación directa del Emperador en la expedición a Sicilia y afirman que Mececio fue destronado por tropas procedentes de Italia, Cerdeña y África.Basándose en fuentes latinas, los historiadores modernos creen que la revuelta de Mececio fue sofocada por el exarca y no por Constantino IV.[89]​ Poco se sabe sobre los exarcas en el cargo bajo Constantino IV e incluso las fechas de sus mandatos son hipotéticas.[90]​ Con Justiniano II, que llegó al poder en 685, las relaciones con el Romano Pontífice comenzaron a deteriorarse nuevamente.[96]​ Algunos estudiosos sitúan la expedición punitiva tras el asesinato de Rizocopo, y creen que la motivación era castigar a la población por haber linchado al exarca.[101]​ Mientras tanto, aprovechando las disputas religiosas entre el Imperio y la Iglesia, la presión de los lombardos en los territorios del exarcado aumentó considerablemente.Entre 727 y 728 se sometieron a Liutprando varias localidades fortificadas de Emilia (Frignano, Monteveglio, Busseto, Persiceto) así como Osimo, en la Pentápolis.[114]​ Sin embargo, en 749, cediendo ante la presión de la facción lombarda opuesta a la paz con Bizancio, invadió la Pentápolis y sitió Perugia.[128]​[129]​ Nota: las fechas son en muchos casos aproximadas, ya que para algunos exarcas no se sabe exactamente cuándo comenzó o terminó su mandato.[158]​Además, en cuestiones delicadas, como la religiosa, los exarcas no tenían completa libertad de iniciativa, sino que estaban obligados a cumplir con las disposiciones del Emperador.[174]​ En Roma está atestiguado con certeza el cargo de praefectus urbi hasta finales del siglo VI (años 597-599).
El Exarcado de Ravena y el de África en el año 600.
La Italia justiniana , erigida en 584 como exarcado (Cerdeña y Córcega formarán en cambio del Exarcado de África , junto con las Islas Baleares y las costas de África del Norte ).
Italia después de la invasión de los lombardos en 568.
Mapa de Italia en torno al año 600 d. C.
Mapa de Italia subdividida en eparquías en 580, basado en la reconstrucción de Pier Maria Conti, según Giorgio Ciprio.
Las ciudades del Exarcado y de la Pentápolis .
Los territorios bizantinos a principios del siglo VII, tras las conquistas del soberano lombardo Agilulfo .
El papa Gregorio I fue uno de los opositores a la política del exarca Romano.
La Columna de Focas en el Foro romano , sobre la que una vez estuvo una estatua del emperador,
El exarcado a mediados del siglo VII , tras las conquistas del rey lombardo Rotario .
El papa Martin I , por haberse opuesto a la política religiosa del emperador Constante II, fue juzgado por alta traición y condenado al exilio en Quersoneso .
Mosaico de Sant'Apollinare in Classe en Ravena , representando al emperador Costantino IV (centro), el hijo y los hermanos. De izqda. a dcha. : Justiniano II, los dos hermanos, Constantino IV, dos arzobispos de Rávena y tres diáconos.
Las posesiones itálicas en 744
Los territorios bizantinos en Italia tras la caída del exarcado, en el año 751, por Astolfo .
La donación realizada por Pipino el Breve de las tierras del Exarcado de Rávena al papa Esteban II : este momento se considera el nacimiento del Estado de la Iglesia .
El edificio erróneamente llamado por tradición palacio de Teodorico . Las teorías más acreditadas lo identifican con una caseta de vigilancia que domina el verdadero Sacrum Palatium o con el pórtico de la iglesia de San Salvatore ad Calchi, que ya no existe.
Mosaico de la Basílica de Sant'Apollinare Nuovo en Ravena, que representa el puerto de Classe , sede del prefecto del pretor de Italia.