El Concilio de Letrán de 649, también conocido como primer o segundo Sínodo Lateranense fue un sínodo convocado por el papa Martín I el año 649 y celebrado en la Archibasílica de San Juan de Letrán, en Roma, para condenar el monotelismo, una doctrina cristológica defendida por el Patriarca de Constantinopla Sergio I y otros obispos orientales según la cual Jesucristo tenía únicamente una voluntad divina y ninguna humana.
Este sínodo no es reconocido como Concilio Ecuménico, pero representa el primer intento de un papa por reunir un concilio independientemente del emperador bizantino.
[1] Sin embargo, una vez finalizada la reunión, el papa Martín y Máximo fueron detenidos en 653 por el exarca de Rávena bajo las órdenes del emperador Constante II, que apoyaba el monotelismo.
El papa Martín fue condenado sin juicio y murió antes de que fuera enviado a la Capital Imperial, Constantinopla, por lo que es el último sumo pontífice venerado como mártir.
[2] Máximo fue condenado, torturado y enviado al exilio.