Círculos del Infierno
Justo antes de entrar al Infierno se encontraba un espacio en el cual penaban las almas que habían vivido sin cometer méritos ni infamias.Los inútiles, los indecisos, aquellos que a su paso por el mundo no habían dejado huella estaban condenados a correr sin reposo, desnudos, perseguidos por insectos y avispas que los picaban en todo el cuerpo.Estas almas estaban condenadas a nunca cruzar el río Aqueronte, pues carecían de la voluntad para tomar tal decisión.Aunque Dante no los cita por su nombre, se ha intentado identificar la descripción de algún personaje con Esaú, Poncio Pilato y, especialmente, el papa Celestino V.Se encuentran aquí: Homero, Horacio, Ovidio, Lucano, Electra, Héctor, Eneas, Julio César, Camila, Pentesilea, Latino, Lavinia, Lucrecia, Julia la Mayor, Marcia, Cornelia, Saladino, Aristóteles, Sócrates, Platón, Demócrito, Diógenes de Sinope, Anaxágoras, Tales de Mileto, Empédocles, Heráclito, Zenón, Dioscórides, Orfeo, Cicerón, Lino, Séneca, Euclides, Ptolomeo, Hipócrates, Avicena, Galeno, Averroes.Están castigados aquí: Semirámide, Dido, Cleopatra, Marco Antonio, Helena, Aquiles, Paris, Tristán, Paolo Malatesta y Francesca de Rímini.Los pecadores de incontinencia del cuarto círculo son los avaros y los pródigos, condenados a empujar enormes pesos de oro, divididos en dos grupos que cuando se encuentran se injurian: la grandeza del peso que los oprime simboliza la cantidad de bienes terrenales que acumularon o gastaron, dedicándose enteramente a esto en vida.Aquí son castigados los herejes (entre los cuales los epicúreos, que negaron la supervivencia del alma) en sepulcros en llamas: la idea probablemente está tomada de la pena a la cual estaban castigados los herejes en los tribunales terrenales, es decir la hoguera, en cuanto el fuego era considerado símbolo de purificación y correspondía a la luz que ellos pretendían expandir con sus doctrinas.Los violentos contra Dios, la naturaleza y el arte son, de hecho, divididos en tres grupos: los blasfemos yacen inmóviles sobre la arena ardiente y bajo una incesante lluvia de fuego; los sodomitas en cambio corren incesantemente bajo el fuego, y, finalmente, los usureros ("violentos contra las artes" en cuanto violentos contra el derecho humano al trabajo) están sentados en la lluvia de fuego.No existe una guardia para este grupo en específico, pero hay un guardián del séptimo círculo completo, es decir, el Minotauro.Son castigados como contra naturaleza: Brunetto Latini, Prisciano de Cesaría, Francesco d'Accorso, Andrea dei Mozzi, Guido Guerra, Tegghiaio Aldobrandi, Jacopo Rusticucci y Guglielmo Borsiere.Entre el banco y los pozos se excavan diez zanjas inmensas conectadas por acantilados rocosos que actúan como puentes.En la segunda fosa, tratada en el mismo canto precedente son castigados los aduladores, que se encuentran en excrementos humanos, digno contrapaso por la obscenidad moral de sus pecados.Sin embargo, no deben ser confundidos los astrólogos con los adivinos: en la Edad Media se consideraba a la astrología una ciencia que trataba de los astros y sus influencias, y el propio Dante en varias ocasiones se refiere, por ejemplo, cuando afirma ser nacido bajo Géminis, mientras que la cuestión de cómo estas influencias son consistentes con el libre albedrío se considera, asimismo, en todo caso aquí insiste en el engaño, la pretensión de ser capaz de ver y cambiar el futuro, lo cual, según Dante, es falso.Son aquí castigados: Anfiarao, Tiresias, Arunte, Manto, Calcas, Eurípilo, Miguel Escoto, Guido Bonatti.Estos son castigados: Ali Ibn Abi Talib, Mahoma, Pier da Medicina, Gayo Escribonio Curión, Mosca dei Lamberti, Bertran de Born, Geri del Bello.Ahora, por contraste por haber querido elevarse usurpando un poder que no es de ellos, todas estas figuras están inmovilizadas en lo más profundo del Infierno: aquí en particular encontramos a los gigantes, encadenados a las paredes del pozo desde el ombligo hacia abajo.Solo Anteo está en parte más libre, dado que no participó en la guerra de sus hermanos contra Júpiter.Están aquí castigados los traidores de quienes se fiaron, simbolizado por la frialdad del hielo, así como fueron fríos sus corazones y sus mentes en pecar, en contraposición a la caridad, tradicionalmente simbolizada por el fuego; siendo este infierno helado más similar al Helheim nórdico.Justamente aquí están los traidores a los allegados, sumergidos en hielo hasta la cabeza con la cara hacia abajo.Aquí son castigados: Antenor, Bocca degli Abati, Buoso da Duera, Tesauro dei Beccaria, Gianni de' Soldanieri, Ganelón, Tebaldello Zambrasi, Ugolino della Gherardesca y Ruggieri degli Ubaldini El tercer lugar del noveno círculo es la Tolomea que lleva su nombre en honor al faraón egipcio Ptolomeo que traicionó al huésped Sexto Pompeyo (o deriva el nombre del gobernador de Jericó, que traicionó y mató a su suegro Simón Macabeo, sumo sacerdote, y a sus dos hijos).De hecho aquí están los traidores de los huéspedes, sumergidos en el hielo con la cabeza echada hacia atrás, para que se les congelen las lágrimas en los ojos, evitando dar rienda suelta a la pena en lágrimas.La cuarta área del noveno círculo es la Judeca, llamado así por Judas, que traicionó a Jesús, benefactor de la humanidad.Aquí están los traidores de los benefactores, plenamente inmersos en el hielo, pero en diferentes posiciones, "Unas están yacientes; otras erectas, / ésta cabeza abajo, aquella de pie, / otra, como un arco, el rostro al pie devuelve" (vv. 13 - 15)."Las dos máximas potestades fueron ambas preordenadas por Dios como guías a la humanidad para conseguir respectivamente la felicidad ultramundana y aquella terrenal" (Natalino Sapegno).