La figura de Antígona aparece en varias tragedias griegas, sobre todo en la del mismo nombre creada por Sófocles en el siglo V a. C..
Ofendido, Polinices busca ayuda en Argos, una ciudad rival, arma un ejército y regresa para reclamar lo que es suyo.
La guerra concluye con la muerte de los dos hermanos en batalla, cada uno a manos del otro, como decía la maldición.
Por tal razón, Antígona decide enterrar a su hermano y realizar sobre su cuerpo los correspondientes ritos fúnebres, rebelándose así contra Creonte, su tío y suegro (pues estaba comprometida con Hemón, hijo de aquel).
[5][6] El tema de Antígona ha dado lugar a varias obras artísticas musicales, narrativas y escénicas.