Tiresias

Esta experiencia única hizo que Zeus y Hera recurrieran a él como árbitro en una discusión sobre quién experimentaba más placer sexual, si los hombres o las mujeres.

Zeus, sin embargo, le otorgó el don de la profecía y una larga vida.

Algunas versiones alternativas son las siguientes: Según la versión de Ferécides de Atenas que se cita en la Biblioteca del Pseudo-Apolodoro, Tiresias, adolescente, sorprendió a Atenea cuando se bañaba desnuda en la fuente Hipocrene en el Monte Helicón.

Tiresias permanece con esta apariencia durante siete años y se convierte en sacerdotisa de Hera.

Se casa y tiene una hija, Manto, que también heredará el don de la profecía.

«... ofendida que no es conveniente para un sujeto ser tan ligero, y condena los ojos de su juzgado a las tinieblas eternas».

[16]​ En la Biblioteca mitológica del Pseudo-Apolodoro, se encuentra un relato parecido que señala como fuente una obra perdida de Hesíodo.

[17]​ La última versión corresponde ya a la época helenística, en la que el mito había sido muy recreado, ampliándolo al menos en siete episodios, con amores apropiados en cada uno de ellos.

Pausanias describe también los diferentes lugares que conservan su memoria en el siglo II d. C. (cf.

Tiresias aparece como un personaje recurrente en las tragedias griegas que narran la legendaria historia de Tebas.

Cronológicamente, el primer episodio en ser llevado a escena, se encuentra en la tragedia de Eurípides Las bacantes.

Con respecto a la historia contada en Las bacantes, el tiempo mitológico ha avanzado cuatro generaciones.

Al final, ambos hermanos combaten en un duelo que acaba en la muerte de ambos atravesados por sus lanzas.

Se revela así plenamente su papel de consejero político, aconsejando al jefe del estado.

Sin embargo, frente a las revelaciones de Tiresias, la naturaleza colérica y autoritaria del tirano va rápidamente retornando: a quienes intentan hacerle razonar y mostrarle las amenazas que pesaban sobre su cabeza, Creonte les responde con insultos.

Creonte tiene miedo y suspende la ejecución, pero Antígona, antes de ser enterrada viva, decide ahorcarse.

Cuando llega Creonte, su propio hijo Hemón, que era amante de Antígona, intenta matarlo, y después se suicida.

[33]​ Pausanias, por su parte, declara que el adivino, así como su hija Manto, permanecieron en el interior de la ciudad, donde fueron hechos prisioneros por los argivos, que decidieron enviarlos a Delfos, para allí ser consagrados al dios Apolo.

[34]​ La avanzada edad de Tiresias no le permitió completar la totalidad del trayecto, y murió cerca de la fuente Telfusa, donde se encontraría su tumba, que Diodoro sitúa precisamente en el monte Tilfusio, cercano a esa fuente.

[35]​ En fin, un pasaje de la Melampodia, obra atribuida durante mucho tiempo a Hesíodo y cuyo título alude al adivino Melampo, nos ha transmitido la última plegaria que el adivino dirige a Zeus: evoca particularmente su saber y su vida durante siete generaciones, precisando así el don que el poema de Calímaco imputaba a Atenea.

En fin, Tiresias es descrito como «llevando un cetro de oro» (XI, 90), un símbolo del poder que le ha sido reconocido.

La forma en que tenía sus dotes proféticas variaba mucho según las versiones: a veces, como los oráculos, tenía visiones; otras veces, esperaba y escuchaba el canto de los pájaros; otras, interpretaba las figuras que entreveía en el humo de las ofrendas quemadas.

Como vidente, Tiresias fue «un título común para los adivinos que atraviesa la historia legendaria griega».

[38]​ A veces, cuando su nombre se asocia a una profecía mítica, se introduce simplemente para proveer una personalidad al ejemplo genérico de un adivino, no porque exista alguna conexión inherente con el mito de Tiresias.

Tiresias representa muchas cosas: el adivino más grande de los mitos clásicos; la figura maldecida por los dioses; el arquetipo del travestismo, hombre- mujer; su personaje ha sido muy útil para desarrollar ideas de muchos creadores.

Eliot La tierra baldía (1922), en la que, mediante su función de adivino, puede aparecer como una figura simbólica del creador.

La poeta Carol Ann Duffy escribió un poema titulado De la señora Tiresias en su colección La esposa del mundo (The World's Wife, 1999).

En la reciente novela de Haruki Murakami Kafka en la orilla (2002), hay un personaje llamado Oshima que es un adivino andrógino, como Tiresias.

Más recientemente, el autor Valerio Massimo Manfredi cuenta una historia que relaciona la Grecia moderna con la profecía de Tiresias en la Nekya (Odisea, XI).

Tiresias aparece en las siguientes obras literarias clásicas: Y en estas otras, posteriores:

Tiresias aparece ante Odiseo durante el sacrificio , Heinrich Füssli , 1780-85, Graphische Sammlung der Albertina (Viena).
Grabado de Johann Ulrich Krauß (1655-1719): Tiresias golpeando a las serpientes. " Las metamorfosis " de Ovidio en 226 láminas ( Die Verwandlungen des Ovidii : in zweyhundert und sechs- und zwantzig Kupffern , ca. 1690).
Odiseo en los Infiernos, sentado entre Euríloco y Pelimedes , consultando al espíritu de Tiresias; crátera en cloche lucaniana del Pintor de Dolon (Siglo IV a. C.; gabinete de medallas de la BNF .