Sea como fuere la muchacha fue metamorfoseada, por su osadía, en una comadreja o en un gato, depende de la fuente.
La diosa dueña del útero dio un salto y, despavorida, soltó las manos que llevaba unidas.
Conserva su antigua laboriosidad y la espalda no ha perdido su color; la forma es distinta de la que tenía anteriormente.
Las Moiras, por despecho, privaron a Galintíade de su naturaleza de mujer, porque, siendo mortal, había engañado a los dioses; la convirtieron en una comadreja astuta, le asignaron un escondrijo por morada e hicieron sumamente repugnante esta guarida.
En efecto, este animal copula por las orejas y da a luz expulsando por la boca el fruto de su vientre.