Oráculo griego

El oráculo es la respuesta dada por un dios a una pregunta personal, concerniente generalmente al futuro, como método de adivinación.

Los oráculos de Zeus eran transmitidos, entre otros, por incubación de los sacerdotes Selles que, para permanecer en contacto con los dioses bajo un aspecto ctónico (lo que muestra su antigüedad), debían dormir en el suelo, andar con los pies descalzos y sin lavarse.

Zeus-adivino era también consultado en Olimpia y se dirigía a los sacerdotes Yámidas vía las llamas del sacrificio.

Lo que enseñaban también los arúspices, leyendo la respuesta en las entrañas extraídas de la víctima (cabras).

Se expresaba en verso (al menos se expresó así durante largo tiempo); Plutarco, sin embargo, recalca que en su época ya no lo hacía, sin poder explicar por qué), y sus palabras confusas debían ser interpretadas por un colegio de dos sacerdotes, asistidos por cinco ministros del culto.

Convenía pues que ella, para recibir la inspiración divina, fuera pura, virgen, y llevara una vida sana.

Ahora bien, si las excavaciones actuales en Delfos no permiten reconstruir con precisión lo que era este ádyton (fue arrasado por diferentes invasores y por los cristianos), las teorías más comunes admiten que se trataba de una parte más baja y no de una sala secreta situada debajo del templo, todavía menos de un precipicio.

Otra teoría reconstituye el ádyton no como una sala, pero sí como un hoyo abierto.

Plutarco, Estrabón, Platón, Pausanias, Diodoro Sículo y muchos otros testigos dejaron su visión de este lugar.

Esta visión no coincide en absoluto con la que los griegos nos han transmitido de la sacerdotisa.

Aunque incoherente con los hechos históricos, esta imagen de la Pitia se impuso al imaginario colectivo.

De hecho, no es raro encontrar tal alusión a la Pitia en los trabajos de investigación más serios o bien alguna alusión a emanaciones gaseosas, no existiendo prueba alguna efectiva.

Tres hechos curiosos son notables concernientes a la opinión que el dios se supone tenía del poder griego.

Durante las guerras médicas, Atenas consultó al oráculo en 490 a. C., para preguntar si era bueno que Esparta le ayudara.

En efecto, se sufría seguro las influencias del pueblo de Delfos, pro aristócrata y bastante conservador.

El oráculo le había aconsejado para su curación fundar una ciudad en Cirene; al hacerlo vio un león.

El miedo causado por este encuentro fortuito le curó definitivamente de esta aflicción.

Aparecieron, para administrar este flujo monetario creado por las consultas oraculares, cambistas y prestamistas.

Apolo no era, por otra parte, el único dios residente en Delfos: Dioniso se decía que pasaba allí el invierno y Atenea era también adorada; la coexistencia de estos cultos hacía decir a los antiguos que la presencia del oráculo era una garantía de respeto mutuo.

Egeo , mítico rey de Atenas , consultando a la Pitia , el Oráculo délfico , que está sentada en un trípode. La inscripción en la copa identifica a la Pitia con la diosa Temis . Tondo de kílix ático de figuras rojas , del Pintor Codros, c. 440-430 a. C., conservada en el Altes Museum de Berlín (inv. 2538). Esta es la única imagen contemporánea de la Pitia.
Santuarios griegos, incluidos aquellos que contaban con oráculos.
La Sibila de Delfos, fresco de Miguel Ángel (1508–1512).