Democracia ateniense

Sigue siendo un experimento único e intrigante en la democracia directa, donde la gente no elige a representantes para votar en su nombre, sino que desarrollaban la legislación y ejercían el poder ejecutivo de manera personal.

Además, las opiniones de los votantes estaban notablemente influidas por las sátiras políticas realizadas por los poetas cómicos en los teatros.

Fue suprimido por los macedonios en 322 a. C. El término democracia proviene del griego antiguo δημοκρατία y fue acuñado en Atenas en el siglo V a. C. a partir de los vocablos δῆμος (demos, que puede traducirse como «pueblo») y κράτος (krátos, que puede traducirse como «poder» o «gobierno»).

Los no ciudadanos de la población fueron divididos entre los extranjeros residentes (meteco) y los esclavos, estos últimos quizás algo más numerosos.

Aunque la legislación no fuera retrospectiva, cinco años después se redujo en unos 5000 el número de ciudadanos excluidos.

Esta expresión denotaba el derecho de los ciudadanos de tomar la iniciativa: para hablar en la Asamblea, para iniciar un juicio público (que pudiera afectar a toda la comunidad política), para proponer una ley ante los legisladores o para proponer sugerencias al Consejo.

Generalmente el poder que tenían estos funcionarios no iba más allá de la administración rutinaria y limitada.

Particularmente, los seleccionados por sorteo eran ciudadanos que no tenían ninguna habilidad ni conocimiento en particular.

Esto era casi inevitable puesto que, con la excepción notable de los generales (strategoi), cada funcionario podía ejercer su cargo solamente una vez en la vida.

Todos estaban expuestos a una revisión previa que podía inhabilitarlos para el cargo y un examen posterior tras su salida.

Los ciudadanos que ocupaban un cargo participaban en la democracia en un modo absolutamente distinto de cuando votaban en la asamblea o pertenecían a un jurado.

La asignación aleatoria de una responsabilidad a un individuo que puede o no ser competente tiene riesgos obvios, pero el sistema incluía algunos mecanismos para evitar estos posibles problemas.

Durante el tiempo que dura el desempeño de un cargo particular, cada miembro del equipo está observando a todos los demás.

Administraban las sanciones penales, ningún funcionario podría imponer una multa superior a cincuenta dracmas.

Había dos tipos: los que debían manejar grandes cantidades de dinero, y los 10 generales, los strategoi.

Además podían convocarse reuniones adicionales, especialmente hasta 355 a. C., cuando los juicios políticos pasaron a ser responsabilidad de los tribunales.

Había también una tendencia a que las cuatro reuniones se agruparan hacia el final de cada mes del calendario ático.

Para los juicios públicos particularmente importantes, el jurado podría ser aumentado en grupos adicionales de 500 individuos.

En los privados se daba mucho menos tiempo (aunque iba en proporción a la cantidad de dinero en juego).

El jurado podría emitir solamente un voto de “sí” o “no” en cuanto a la culpabilidad del demandado.

Algunas sentencias implicaban una pena automática e inmediata, y no había derecho a recurso.

Estos tribunales suponían un segundo escalón entre los lugares donde se podía ejercer la expresión de la soberanía popular: igual que en la Asamblea, los ciudadanos que actuaban como miembros del jurado eran inmunes al control o el castigo (cuando los oradores se dirigían al jurado, esta alusión podía referirse a cualquier acto cometido en general por “los atenienses”, por ejemplo las batallas que tuvieron lugar muchos años atrás, incluso antes de que cualquiera de los presentes hubiese nacido, o decisiones llevadas a cabo por otros jurados anteriores cuyos miembros evidentemente no coincidían en ningún caso).

Sin embargo, los miembros del jurado debían tener una edad mínima de 30 años y estaban bajo juramento.

Bajo este nuevo supuesto, cualquier decisión que tomara la Asamblea, o incluso cualquier propuesta no votada aún, podía ser suspendida para ser revisada por un jurado -que tenía derecho a anularla y en su caso castigar al ponente-.

Las dos ciudades estado más grandes de Grecia, Esparta y Atenas, se declararon en guerra.

Esparta usó esto como pretexto y declaró la guerra, más tarde Atenas quedó sitiada.

Sin embargo todavía puede verse en poblaciones pequeñas, como en España, en la que hay municipios con Concejo abierto.

En el siglo XX, la democracia se estableció como un valor, en especial después de la Segunda Guerra Mundial, numerosos estados afirmaron ser democráticos, aún si estaban regidos por un monarca o bajo un régimen totalitario.

[9]​ Solamente Rousseau defendió la democracia como un sistema político deseable, y la asoció a la soberanía popular.

El ejemplo de Atenas en el pensamiento político del siglo XIX tuvo que ver más con el aspecto cultural y social, los pensadores alemanes, y más tarde los ingleses y franceses, admiraron el elevado nivel cultural que, creían, tenían los antiguos atenienses; para ellos la democracia era indisociable de una mejora en la educación; por lo que la fuerza de la democracia ateniense residía en la paideia griega.

El relieve muestra la personificación del Demo coronado por la Democracia. Alrededor de 336 a. C. Museo del Ágora de Atenas
Estela de piedra y chapas metálicas usadas en Atenas para la asignación por sorteo de los puestos del Consejo de los Quinientos .
Diagrama que representa el sistema político de la Antigua Atenas , según la descripción de Aristóteles en su obra la Constitución de los atenienses .