Durante su reinado una gran calamidad cayó sobre Tebas, pues Hera envió a la Esfinge como azote para el pueblo tebano.
La hermana de este, Antígona, contradice su orden y le da sepultura, por lo que es condenada a muerte.
Creonte desoye todas las súplicas en su favor, y su obstinación en defender la legalidad civil, a pesar de que es contraria a las leyes divinas, le conduce al desastre.
Su hijo Hemón, el prometido de Antígona, se suicida y a continuación su propia esposa, a pesar de que en el último momento Creonte había reconsiderado su actitud.
En esta tragedia griega, hay tres debates o discusiones dialécticas de Creonte que se representan por medio del recurso del agón y en los que se enfrenta con Antígona, Tiresias y Hemón.
[5] Anfitrión, teniendo por aliados, entre ellos a Creonte, asoló la isla de los tafios.