Algunos tafios escaparon por mar llevándose el ganado sustraído y se lo entregaron a Políxeno, rey de los eleos; Anfitrión lo rescató de Políxeno y lo condujo a Micenas.
Electrión, deseoso de vengar la muerte de sus hijos, entregó el reino a Anfitrión, juntamente con su hija Alcmena, haciéndole jurar que la mantendría virgen hasta su regreso, y se dispuso a guerrear contra los teléboas.
Éste convino que pelearía si antes Anfitrión libraba a Cadmea de la zorra teumesia,[6][8] pues una feroz zorra asolaba la comarca; pero aunque Anfitrión lo intentó, estaba predicho que nadie la cazaría.
[9] Antes de que Anfitrión regresara a Tebas, Zeus se presentó una noche y, haciéndola durar como tres, yació con Alcmena en figura de Anfitrión y le relató lo sucedido con los teléboas.
[3] Pero otros dicen que Heracles acababa de nacer cuando Hera envió las serpientes.
Cuando fue juzgado por asesinato, citó la ley de Radamantis según la cual quien rechaza a un agresor injusto es inocente, y así fue absuelto.
Estando con el ganado, a los dieciocho años, mató al león del Citerón que destruía los bueyes de Anfitrión y Tespio.
Se utiliza el término «complejo de Anfitrión» para referirse a la conducta por la cual algunos individuos facilitan su pareja sexual a otros, con el fin de escalar posiciones, agradar u obtener algún beneficio.