Cuando Eteocles se negó a entregar el poder a su hermano Polinices tal como habían acordado, este encabezó una expedición conocida como de Los siete contra Tebas para conquistar el trono por la fuerza.
Tras una cruenta guerra, los dos hermanos acordaron decidir cual sería el soberano de la ciudad mediante un duelo a muerte.
El rey tebano se resignó y revocó la pena de muerte a Antígona, pero ya era demasiado tarde, pues la joven se había ahorcado para evitar ser enterrada viva.
También se suicidó Eurídice al conocer la trágica muerte de su hijo.
Tuvieron un hijo que cuando creció llegó a Tebas para participar en unos juegos, pero Creonte lo reconoció por una marca.