Carl Orff

Su familia era originaria de Baviera y estaba vinculada al ejército alemán.

Sin embargo, se mostró más interesado en la composición que en el estudio orientado a la interpretación instrumental.

14, un amplio trabajo para barítono, tres coros y orquesta, inspirado en la obra filosófica de Friedrich Nietzsche Así habló Zaratustra.

Influenciado también por el compositor impresionista francés Claude Debussy, comenzó a utilizar inusuales y coloridas combinaciones de instrumentos en su orquestación.

[cita requerida] A mediados de la década de 1920 Orff comienza a formular un concepto que llamó elementare Musik (música elemental)[4]​ que estaba basado en la unidad de las artes, simbolizado por las antiguas musas griegas (vocablo del cual proviene el nombre Música), involucrando al tono, la danza, la poesía, la imagen, el diseño y el gesto teatral.

Allí trabajó con alumnos principiantes y desarrolló sus teorías en educación musical, teniendo un contacto constante con los niños.

Escritos por monjes y juglares, este trabajo ejemplifica la búsqueda de Orff por un idioma que pueda revelar el elemental poder de la música, permitiendo al oyente experimentar la música como una fuerza primitiva y abrumadora.

[cita requerida] La primera representación, en 1937, fue un gran adelanto estilístico que trajo rápidamente fama a Orff.

Además, Orff mismo [cita requerida] toma a Carmina Burana como el inicio real de su carrera y, por lo mismo, ordenó a su editor destruir todos sus trabajos previos, una orden que, afortunadamente, fue desoída.

Sus Carmina Burana fueron muy populares en la Alemania nazi y su estreno en Fráncfort del Meno en 1937 fue causa de numerosas representaciones.

Luego, un Orff afligido por la culpa le escribía una carta a su amigo, implorando su perdón.

Llamó a sus obras Der Mond (La luna, 1939) y Die Kluge (La astuta, 1943), como Märchenoper («ópera de cuento»).

El historiador canadiense Michael H. Kater, sin embargo, expuso argumentos decisivos que afirmaban que Orff colaboró con las autoridades nazis,[9]​ pero luego, en Composers of the Nazi era: Eight portraits (2000), Kater revoca hasta cierto punto estas acusaciones.

Carl Orff en 1970
Retrato de Orff.
Lápida de Orff en Andechs.