Todos los pecadores del Infierno tienen una característica en común: sienten la separación de Dios como el mayor castigo.Estos animales son una alegoría de la soberbia, la lujuria y la codicia, tres pecados capitales.Quien conduce la embarcación es Caronte, quien, al saber que Dante procede del mundo de los vivos, se niega a dejarlo pasar.Virgilio, sin embargo, lo obliga a acceder pronunciando la frase Vuolsi così colà ove si puote (‘así se dispuso allí donde se tiene la autoridad’), indicando que el viaje de Dante es deseado por Dios.A continuación, Virgilio guía a Dante por los nueve círculos del Infierno, que son concéntricos, representando la progresión de la gravedad del pecado castigado, y culmina en el centro de la Tierra, donde Satán es prisionero.[2] El limbo incluye prados verdes y un castillo, el lugar donde están los hombres más sabios de la antigüedad, incluyendo al mismo Virgilio, así como filósofos islámicos como Averroes y Avicena.Después de este primer círculo, todos los condenados por pecados "activos", es decir, que deliberadamente han pecado dañando a alguien, son juzgados por Minos, quien sentencia cada alma y le asigna su lugar, enrollando su cola sobre sí mismo tantas vueltas como círculos debe descender.Los círculos más profundos están estructurados de acuerdo con la concepción clásica (aristotélica) del vicio y la virtud.En el segundo círculo del Infierno se encuentran aquellos que han pecado de lujuria.Dante condena a estos «malefactores carnales»[4] por dejar que sus apetitos sobrepasaran su razón.Estas almas están condenadas a ser impelidas por un fuerte viento que las embiste contra suelo y paredes, las agita y las hace chocar entre ellas sin descanso, de la misma forma que en vida se dejaron llevar por los vientos de la pasión.En este círculo, Dante encuentra a Semíramis, Dido, Cleopatra, Helena, Aquiles, Paris, Tristán, y muchos otros que no controlaron el amor sensual durante su vida.Aquellos cuya actitud hacia los bienes materiales se desvió de la media inadecuada son castigados en el cuarto círculo.En el camino un condenado les habla, Filippo Argenti, güelfo negro de una prominente familia, que en vida atropellaba con su carroza jalada por caballos a todo aquel que se le cruzara en su camino.Un ángel mandado del Cielo los deja entrar, abriendo la puerta al ser tocada por una vara.En el sexto círculo, los epicúreos, quienes negaron en vida la inmortalidad del alma, están condenados a yacer en flamígeros sepulcros destapados.(Canto XI) En los últimos círculos del Infierno se castigan los pecados relacionados con el fraude consciente o traición.[14] Gerión es la imagen del fraude, con la cara que parece de un hombre honesto, su cuerpo hermosamente coloreado, pero con una punta venenosa en la cola[15] (Canto XVII).Entre ellos está Nemrod y Efialtes, quien con su hermano Otus trató de derrotar al Olimpo.Aletea como si intentase escapar, produciendo un viento que hiela todo el Cocito.
Bajo Infierno, dentro de los muros de Dite, ilustración de
Stradano
. En el séptimo círculo se encuentran los violentos. Su entrada es vigilada por el
Minotauro
, y se divide en tres anillos: Anillo exterior: Esta ronda alberga a los violentos contra la gente y la propiedad. Están inmersos en el
Flegetonte
, un río de sangre hirviente, hundidos según la gravedad del pecados:
Alejandro Magno
está inmerso hasta las cejas. Los
centauros
, liderados por
Quirón
, patrullan el lugar disparando flechas a quienes intentan escapar. El centauro
Neso
guía a los poetas a través del Flegetonte (Canto
XII
). Este pasaje estuvo quizás influenciado por la obra medieval
Visio Karoli Grossi
.
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8
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La familia
Gianfigliazzi
estaba identificada por un escudo de un león (azul sobre fondo amarillo).