Creúsa (hija de Creonte)

En la mitología griega, Creúsa (también llamada Glauce, o Glauca en latín)[1]​ es hija de Creonte, rey de Corinto.

Se casó con Jasón, quien por esa razón repudió a Medea, pero ésta se vengó de esta manera: fingiendo hacer las paces con Creúsa, Medea envió a sus hijos que entregasen a la princesa una túnica y una diadema, impregnadas de veneno.

Así, cuando Creúsa se puso los adornos, casi al instante, su sensible piel empezó a corroerse y de su pelo aparecieron llamas.

El rey Creonte, viendo a su hija pidiendo auxilio, intentó quitarle los adornos, pero el veneno de estos era tan fuerte que mató a ambos.

Medea, llena de locura, también mató a sus propios hijos, Feres[2]​ y Mérmero, para vengarse en ellos de Jasón.

Crátera del siglo IV a. C. representando el regalo de Medea a Creúsa.