Brunetto Latini (Florencia, hacia 1220 – 1294 o 1295) fue notario, filósofo, y canciller de la república florentina.
Brunetto Latini es un personaje clave del pensamiento político humanista de la Edad Media central.
La clase media florentina, artífice de un crecimiento económico sin precedentes, establece nuevas reglas en el juego político e intenta legitimarlo frente a los principales actores políticos de la Europa medieval.
Brunetto Latini interviene en este proceso aportando un cuerpo teórico a la frágil República Florentina, que establece las bases éticas y prácticas del vivere civile.
Dedica los Libros del tesoro (Li livres dou trésor) a él, una enciclopedia de tres volúmenes escrita en lengua picarda, que compila prácticamente todo el conocimiento que se podía adquirir en la época gracias a los primeros focos de studia humanitatis en Italia del norte, en Chartres, en Toledo, y en Sicilia.
Los últimos años de Brunetto Latini se consagraron probablemente a la enseñanza.
Su discípulo más famoso, Dante Alighieri, le evoca en el canto XV del Infierno de su Divina comedia y, aunque le sitúa en el séptimo círculo del infierno (por ser culpable del pecado de sodomía), rinde un vibrante homenaje al que reconoce, en la parte de Virgilio, como su maestro.
[1] El historiador Giovanni Villani escribió en el siglo XIII que Brunetto Latini era «...gran filósofo y fue un notorio maestro en retórica, tan respetable en la buena dicción como en la buena escritura.
Brunetto Latini elabora en los Libros del tesoro una filosofía laica que coloca al lenguaje como el lugar privilegiado en la acción política.
Lo (popular), que vendrá en particular gracias al impulso de la disciplina de Dante, un lenguaje al mismo tiempo filosófico, poético y político, permite crear la cohesión social necesaria para la paz civil.