Se sitúa en la selva oscura y después en el camino que lleva a la colina del Purgatorio.Aquí Dante encuentra a Virgilio, que lo acompañará en la visita por el Infierno, primera etapa de su purificación del pecado.Pero se encuentra en una situación difícil, pues ha perdido la «recta vía», hallándose rodeado por una selva oscura, alegoría de la perdición y del pecado.Según esta teoría, 13000 años más tarde el mundo sería víctima de un gran incendio del cual nacería una nueva humanidad.Como claro cronotopo, la selva oscura representa la perdición y el error análogamente a cuanto sucede en la fábula popular.En un cierto punto Dante llega a los pies de una colina (o deleitoso monte en el v.Dante cree poder pasar la colina solo con sus fuerzas y comienza a esfumarse el miedo que había sentido la noche anterior.La onza, así como los animales que vendrán después, son símbolos de virtud o debilidad según los bestiarios medievales.Dante no dice si esta onza se acerca o se escapa, pero da una indicación sobre la hora: es la hora de la mañana en la cual el sol sale con las estrellas que estaban con ella al momento de la Creación.La primera constelación del zodiaco es Aries, por lo tanto era un tiempo cercano al equinoccio de primavera, momento propicio del año que hace pensar a Dante que podrá evitar a aquella bestia.El león viene indicado como símbolo de soberbia (en referencia al Imperio).Según Dante la loba había hecho infeliz la vida de mucha gente.La loba va acercándose cada vez más y empuja a Dante hacia selva del pecado./ ¿Porqué no trepas el deleitoso monte, / que es principio y razón de toda alegría?».Dante ya reconoció a su maestro y lo llama por el nombre, avergonzado dice: «¡Oh!¿O en sentido geográfico entre Feltre y Montefeltro, aludiendo quizás a Cangrande della Scala, dado que sus territorios se extendían entre esas dos localidades?Probablemente la cuestión nunca será resuelta, porque Dante utiliza aquí un lenguaje particularmente sibilino.En el Purgatorio verá a aquellos que están contentos en sus suplicios porque tienen la esperanza de subir con la gente beata.De hecho Dios, dice Virgilio, impera en todos lados (en lenguaje jurídico, «tiene jurisdicción») pero reina en el Paraíso, y beato es quien es elegido para ir allí.