Gabriel García Márquez

[6]​[7]​ Junto a Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes, fue uno de los exponentes centrales del boom latinoamericano.

La historia y tragicomedia de ese cortejo inspiraría más tarde a su hijo la novela El amor en los tiempos del cólera.

[11]​ En su momento quiso bautizárselo como Gabriel José de la Concordia, debido a que se había resuelto el conflicto entre su padre y su abuelo.

Sus medio hermanos por parte de padre fueron Carmen Rosa, Abelardo, Germaine Hanai (Emi) y Antonio María Claret (Toño).

[17]​ Según su hijo Rodrigo, Gabriel había perdido la visión del centro de su ojo izquierdo desde su infancia, cuando miró directo a un eclipse.

Allí adquirió reputación de chico tímido que escribía poemas humorísticos y dibujaba tiras cómicas.

El gobierno del liberal Julio César Turbay Ayala lo acusaba de financiar al grupo guerrillero M-19.

[26]​ En 1996 García Márquez publicó Noticia de un secuestro, donde combinó la orientación testimonial del periodismo y su propio estilo narrativo.

Esta historia representa la onda inmensa de violencia y secuestros que Colombia continuaba encarando.

En esa entrevista, se refiere al poema La marioneta, que le fue atribuido por el diario peruano La República a modo de despedida por su inminente muerte.

El entorno de Barranquilla proporcionó una educación literaria a nivel mundial y una perspectiva única sobre la cultura del Caribe.

Con respecto a su carrera del periodismo, ha mencionado que le sirvió como herramienta para «no perder contacto con la realidad».

Tres décadas después se había traducido a 37 idiomas y vendido 25 millones de ejemplares en todo el mundo.

García Márquez también es conocido por dejar fuera detalles y eventos al parecer importantes de manera que el lector se ve obligado a cumplir un papel más participativo en la historia desarrollada.

[48]​ En su autobiografía, García Márquez explica su fascinación por la palabra y el concepto Macondo cuando describe un viaje que hizo con su madre de vuelta a Aracataca:

Según algunos académicos, Macondo —la ciudad fundada por José Arcadio Buendía en Cien años de soledad— solo existe como resultado del lenguaje.

[48]​ En las obras de García Márquez se puede encontrar también una «obsesión por captar la identidad cultural latinoamericana y particularizar los rasgos del mundo caribeño».

En este caso, ella no conforma a la ley convencional que «las jóvenes deben llegar vírgenes al matrimonio» porque ha tenido una relación ilícita con Mauricio Babilonia.

[53]​ El crítico literario Michael Bell propone una interpretación alternativa para el estilo, por cuanto la categoría de realismo mágico ha sido criticada por ser dicotomizadora y exotizadora: «Lo que está en juego es una flexibilidad psicológica que es capaz de habitar nada sentimentalmente el mundo diurno mientras se mantiene abierta a las incitaciones de aquellos dominios que la cultura moderna tiene, por su propia lógica interna, necesariamente marginalizados o reprimidos».

En 1983, cuando se le preguntó a García Márquez: «¿Es usted comunista?» el escritor respondió: «Por supuesto que no.

[22]​García Márquez viajó a muchos países socialistas como Polonia, Checoslovaquia, Alemania Oriental, la Unión Soviética, Hungría, y después escribió algunos artículos, mostrando su «desacuerdo con lo que allí ocurría».

[22]​ Más tarde, en 1960, fundó con su amigo Plinio Apuleyo Mendoza una revista política, Acción Liberal, que quebró después de tres números.

[22]​ Jorge Ricardo Masetti, exguerrillero y periodista argentino, pensaba que García Márquez «es un hombre a quien le gusta estar en la cocina del poder».

Dice que «El apoyo incondicional de García Márquez a Fidel Castro cae en buena parte dentro del campo psicoanalítico […] cual es la admiración que el criador del Patriarca ha sentido, siempre y desmesuradamente, por los caudillos latinoamericanos brotados de las montoneras.

[59]​ Según Gerald Martin, quien publicó en 2008 la primera biografía autorizada del novelista, García Márquez siente una «enorme fascinación por el poder».

La segunda, western filmado por Ripstein, tuvo su secuela casi veinte años más tarde bajo la tutela de Jorge Alí Triana.

En 1990, García Márquez, viajó a Japón, haciendo escala en Nueva York para conocer al director contemporáneo cuyos guiones más admira: Woody Allen.

En 1991, la televisión colombiana produce María, la novela de Jorge Isaacs, adaptada por García Márquez junto con Lisandro Duque Naranjo y Manuel Arias.

En 1999, Arturo Ripstein filma El coronel no tiene quien le escriba, protagonizada por Fernando Luján, Marisa Paredes, Salma Hayek y Rafael Inclán.

Filmada en Cartagena de Indias, los personajes son encarnados por Javier Bardem, Giovanna Mezzogiorno, John Leguizamo, Catalina Sandino y Benjamin Bratt.

Gabriel García Márquez en 2009.
Placa conmemorativa en el Hôtel des 3 Collèges en París ( Francia ), donde García Márquez vivió en 1956.
Gabriel García Márquez firmando una copia de Cien años de soledad en La Habana ( Cuba ).
Mausoleo donde reposa la mitad de las cenizas de García Márquez en el antiguo Claustro de la Merced, sede de postgrados de la Universidad de Cartagena.
García Márquez en 1984, luciendo un sombrero vueltiao , típico del Caribe colombiano.
Mural sobre García Márquez en Aracataca , Colombia .
Gabriel García Márquez (centro) con Jorge Amado (a su izquierda) y Adonias Filho (a su derecha).
Estatua en la antigua Aduana de Barranquilla
Gabriel García Márquez con la exministra de Cultura de Colombia Paula Moreno (izquierda) en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara , en Guadalajara , México , en marzo de 2009.
Estatua de Gabriel García Márquez en la plaza de Aracataca