El general en su laberinto

El general en su laberinto es una novela histórica del escritor colombiano y premiado Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.

En esos tiempos García Márquez estaba interesado en escribir sobre el río Magdalena por conocer íntimamente la zona desde su niñez.

García Márquez utilizó un inventario diseñado por Pérez Doval para describir cuáles noches pasó Bolívar bajo una luna llena.

García Márquez también trabajó en estrecho contacto con el tipógrafo mexicano Antonio Bolívar Goyanes, a quien llama "pariente oblicuo del protagonista", durante la extensa edición del libro que incluyó siete versiones en las cuales fueron detectados contrasentidos, errores históricos y fallas en el lenguaje, entre otros.

Para estas fechas, la mayor parte de Hispanoamérica había ganado la independencia; solo Cuba y Puerto Rico quedaban bajo el control español.

Como resultado, América Latina se vio dirigida por juntas independientes y auto-gobiernos coloniales.

El General deja Bogotá con los pocos oficiales todavía fíeles, incluido su confidente y ayuda de campo, José Palacios.

Su enfermedad no identificada lo ha llevado a un deterioro físico que lo vuelve irreconocible y su ayuda de campo es constantemente confundido con el Libertador.

En su última noche en Honda, el General vuelve tarde al campo y encuentra a una de sus viejas amigas, Miranda Lyndsay, esperándolo.

El General recuerda que quince años antes ella supo de un complot para atentar contra su vida y lo salvó.

Ella le solicita que libere de la prisión a su esposo, encarcelado por asesinato en un duelo por celos fundados.

Su debilidad física y su orgullo resultan evidentes mientras lucha con la cuesta hacia el muelle: necesitaría una silla de manos pero se niega a usarla.

Su plan original era el de continuar hasta Cartagena al día siguiente, pero informan al General que no hay buques disponibles con rumbo a Europa desde ese puerto y que su pasaporte no ha llegado aún.

Durante su estadía en la ciudad, recibe una visita del General Mariano Montilla y algunos otros amigos.

La novela, retrato de un héroe nacional y americano que reta los registros históricos oficiales, provocó escándalo en ciertos sectores al ser publicada.

En una entrevista con la periodista María Elvira Samper, García Márquez admitió que su retrato de Bolívar es, en parte, un autorretrato.

Se identifica con Bolívar en muchos aspectos, ya que su método para controlar la rabia es el mismo y sus ideas filosóficas son parecidas: ninguno de los dos "le presta mucha atención a la muerte, porque le distraería a uno de lo más importante: lo que uno hace con su vida".

La Manuela Sáenz histórica dejó a Thorne después de que Bolívar escribiera declarando su amor imperecedero para ella.

En la novela, el General recuerda que había designado a Santander para gobernar Colombia porque lo consideraba un soldado eficaz y valiente.

Antiguamente consideraba a Santander como "mi otro yo, y tal vez mejor que yo", pero para la época de los acontecimientos narrados por García Márquez, Santander se ha vuelto enemigo del General y ha sido desterrado a París tras estar involucrado en el intento de asesinato.

Sucre le dice al General que planea celebrar la Fiesta de San Antonio en Quito con su familia en lo sucesivo.

Cuando el General oye que Sucre ha sido asesinado en Berruecos mientras volvía a Quito, tiene un acceso de cólera y luego, vomita sangre.