[1] La soledad durante períodos más largos puede afectar al individuo y suele ser percibida como desagradable, causando depresión, aislamiento y reclusión, dando como resultado una incapacidad de establecer relaciones con los demás.
Sin embargo, si bien para muchos suele ser causa de depresión, para otros la soledad no es algo deprimente.
En ese sentido, la soledad también es necesaria para una serie de procesos mentales que propician el equilibrio personal.
La soledad crónica (como rasgo) es más permanente, causada por la persona y no se alivia con facilidad.
[10] Por ejemplo, cuando una persona está enferma y no puede socializar con amigos, sería un caso de soledad transitoria.
En cambio, aquella persona que se siente sola sin importar si está en una reunión familiar, con amigos o sola; sin importar lo que ocurra en el entorno, la experiencia de la soledad siempre está ahí.
En algunas personas, la soledad temporal o prolongada puede llevar a una notable expresión artística y creativa, por ejemplo, como fue el caso de los poetas Emily Dickinson e Isabella di Morra, además de numerosos músicos, como Glenn Gould.
[14] Otros filósofos, como Sartre, creen en una soledad epistémica en la que la soledad es una parte fundamental de la condición humana debido a la paradoja entre la conciencia de las personas que desean un significado en la vida, el aislamiento y la nada del universo.
Sus causas son variadas e incluyen una amplia cantidad de factores sociales, mentales, emocionales y físicos.
[16] Ha sido un tema explorado por mucho tiempo en la literatura de los seres humanos desde la antigüedad clásica.
La soledad parece haberse intensificado en todas las sociedades del mundo a medida que se produjo la modernización.
La mayor parte del tiempo, estos efectos y la longevidad están determinados por la cantidad de tiempo que una persona pasa aislada.
Con mayor libertad, es menos probable que las elecciones de una persona se vean afectadas por los intercambios con otros.
En estas situaciones, la soledad se puede evitar mientras la persona sepa que tiene relaciones significativas con los demás.
Los niños de escuela primaria que experimentan soledad frecuentemente pueden reaccionar negativamente.
[36] La soledad se ha relacionado históricamente con la depresión y, por lo tanto, es un factor significativo de riesgo para el suicidio.
[38] Tanto en niños como en adultos, la soledad a menudo influye negativamente en el aprendizaje y la memoria.
[39] Las personas que están aisladas socialmente pueden reportar una mala calidad del sueño y, por lo tanto, tienen procesos restaurativos disminuidos.
[41] Las personas mayores que padecen soledad son propensas a tener peor salud: sufren hipertensión, síntomas precoces de demencia, mayor riesgo de enfermedades del corazón, gripe, etc.
[44] La soledad crónica puede ser una condición de salud grave y potencialmente mortal.
[45] La soledad muestra una mayor incidencia respecto a la alta presión arterial, colesterol alto y obesidad.
[46] Hay diversas maneras de tratar la soledad en tanto fomente el aislamiento social o depresión clínica.
El énfasis está puesto en comprender la causa del problema, revertir los pensamientos, sentimientos y actitudes negativas producto del problema, y explorar formas de ayudar al paciente a sentirse conectado.
[49] Muchos médicos sugieren tomar medidas alternativas para tratar la depresión producto de la soledad.
Se considera que participar en estas actividades alivia total o parcialmente los síntomas relacionados con ello.
Los resultados del metanálisis sugieren que corregir la cognición social inadaptada ofrece la mejor oportunidad de reducir la soledad negativa.