Apoyo social

[1]​ Existe cierta evidencia acerca del apoyo social como uno de los principales determinantes del bienestar subjetivo, ya que el individuo se siente más querido, más satisfecho consigo mismo y con mayor tolerancia al estrés, recursos que son vitales para elegir estrategias de afrontamiento adecuadas según la situación.[12]​[13]​ Se postula que el apoyo social puede incrementar el bienestar emocional y físico, o al menos disminuir los efectos negativos y al mismo tiempo favorecer el cambio en las conductas de un individuo, independientemente o no del estrés que posea.[11]​ Otras investigaciones sugieren directamente que, una vez alcanzado cierto umbral en el apoyo social, no resulta en un mayor aumento comparable de bienestar físico y/o mental.[14]​ Sin embargo, existe otro modelo de apoyo social que lo contempla como una variable mediadora entre el estrés y la enfermedad.En las culturas orientales más interdependientes, las personas están menos inclinadas a solicitar la ayuda de otros.[24]​ En los hogares afroamericanos, por ejemplo, el apoyo es limitado y muchas madres negras crían a sus hijos sin una figura masculina.